viernes, 7 de agosto de 2015

Declaración política de los partidos y organizaciones marxista leninistas de América Latina



I

A pesar de que la crisis económica internacional de 2007 está dando lugar a la recuperación de la economía de las grandes potencias, principalmente de EE.UU. aún se sienten sus coletazos, el desempleo de millones de trabajadores en todos los países; los recortes a los presupuestos de educación, salud y seguridad social, la disminución de las pensiones y el aumento de la edad de jubilación; los atentados a los derechos sindicales y sociales, la flexibilización laboral, la tercerización; el crecimiento de la deuda pública de la gran mayoría de países. Todo lo cual confirma que los monopolios internacionales, la banca mundial, las potencias imperialistas, las clases dominantes de todos los países echaron la carga de la crisis sobre los trabajadores, los pueblos.

La desaceleración de la economía de China, India, Turquía y demás economías de los llamados países emergentes, la recesión en varios de los países de la Unión Europea, el crecimiento desmesurado de la deuda pública, el desarrollo incontenible de la carrera armamentista, los conflictos políticos y militares desatados por los países imperialistas colocan en los umbrales el advenimiento de una nueva crisis económica.

Los últimos acontecimientos de Grecia expresan claramente la avidez y desplantes de los países imperialistas de la Unión Europea para obligar a nuevas medidas restrictivas de la economía y los derechos de los trabajadores, nuevas deudas para pagar las deudas anteriores. De esa manera aseguran las superganancias de los bancos y afirman, de manera prepotente y descarada, el dominio del capital y la subordinación de los países dependientes. La lucha de la clase obrera, la juventud y el pueblo de Grecia a pesar de sus magnitudes masivas y de su persistencia, por falta de una justa conducción revolucionaria, no ha logrado, hasta ahora, parar el saqueo de los imperialistas y menos la satisfacción de sus grandes necesidades y anhelos. La elección de un gobierno que se planteó como defensor de los intereses de los trabajadores y el pueblo, de la soberanía nacional, el referéndum que proclamó la no sumisión a las designios de la Troica no fueron suficientes para alcanzar una salida a la crisis en beneficio de las masas; demuestran, una vez más, que el camino de las reformas a pesar de las intenciones y decisión de combate de las masas no conduce ni siquiera a la superación de la crisis, que solo los trabajadores serán capaces de labrar su propia liberación, que para ello es indispensable la existencia y la fortaleza del partido revolucionario del proletariado.

II

En América Latina concluyeron los años de bonanza iniciados en 2003-2004, los recursos provenientes de los elevados precios de las materias primas, del petróleo y los minerales que marcaron un crecimiento económico de todos los países no beneficiaron a las masas trabajadoras y al desarrollo de la economía nacional; se utilizaron para impulsar un proceso de modernización del capitalismo, para remachar la dependencia, para afirmar la dominación y explotación capitalistas. La corrupción hizo su agosto en estas circunstancias convirtiéndose en expresión generalizada en la administración pública. Buena parte de esos recursos fueron a gastos suntuarios.

El abultado crecimiento de la deuda pública, la apreciación del dólar, las devaluaciones monetarias, la disminución de los precios del petróleo y demás recursos naturales, de las materias primas y de los productos agropecuarios están provocando una desaceleración marcada del PIB, la disminución de las inversiones sociales. En Brasil y Argentina llegó la crisis de nuevo y golpea a las masas trabajadoras que van al paro, que soportan el crecimiento del costo de la vida, a la juventud que no puede encontrar empleo.

Todos los países de América Latina están amenazados con el estallido de una crisis económica que golpeará a las masas trabajadoras, a los pueblos, pero que encontrará nuevos niveles de resistencia de la clase obrera.

América Latina es en la actualidad escenario de una intensa disputa inter-imperialista, mientras los EEUU buscan mantener sus dominios y hegemonía sobre la región, los países imperialistas de la Unión Europea, otras potencias imperialistas como China y Rusia incrementan sus préstamos e inversiones, instalan empresas y bancos, y concretan acuerdos multilaterales con los diferentes gobiernos.

Destacamos en ese contexto como las grandes inversiones Chinas y la deuda con este país se incrementan en Brasil, Argentina, Venezuela, Nicaragua, Perú y Ecuador, tanto como las acciones y medidas que se promueven desde la OCDE, los BRICS y la OTAN que complejizan altamente el panorama económico y político de la región.

III

Desde el Rio Bravo hasta la Patagonia las clases trabajadoras, los pueblos originarios y la juventud expresan su inconformidad en la protesta y las acciones contra el capital y el imperialismo, en oposición a los recortes de los derechos sociales y sindicales, a la criminalización de la lucha social y la represión; grandes movilizaciones y huelgas se desarrollan en todos los países evidenciando la decisión de las masas trabajadoras de inscribir sus luchas en amplios procesos unitarios, así como enrumbarlas al proceso liberador.

La lucha de clases se expresa también en las entrañas de los países imperialistas, en EE.UU. y Canadá, los trabajadores, los afroamericanos y emigrantes batallan por sus derechos civiles y sociales, enfrentan las políticas antipopulares y xenofóbicas de la administración Obama.

La respuesta a la crisis capitalista, al fracaso e incapacidad que reiteradamente siguen mostrando el imperialismo y los gobiernos de América Latina sigue marcando la aguda confrontación política que hoy se vive en nuestros países. Inaguantables son para la clase obrera, los trabajadores en general y los pueblos las políticas que hoy aplican los gobiernos de América Latina, siguiendo los mandatos del imperialismo norteamericano y entidades como el FMI y el Banco Mundial.

La inconformidad crece y las acciones de lucha se generalizan rechazando la pesada carga que reviste el desempleo, la tercerización y la informalidad crecientes, los altos impuestos, la deuda externa, el elevado déficit fiscal y el desconocimiento permanente de los derechos sociales y políticos de las masas trabajadoras.

En esa perspectiva el ascenso de la lucha social expresada hoy en diferentes formas, en los paros, protestas y movilizaciones seguirá desarrollándose como respuesta a la profundización de la dependencia de nuestros países respecto del imperialismo, a la dominación y explotación de los capitalistas, al crecimiento de la pobreza y la desigualdad social, así como al recorte de los derechos sociales y las libertades públicas.

IV

Los acontecimientos demuestran los gobiernos abiertamente derechistas, como los de México, Colombia y Perú, y los llamados gobiernos alternativos o del “socialismo del siglo XXI” están interesados en preservar la propiedad privada sobre los medios de producción, el poder de los monopolios, así como la defensa de los actuales sistemas políticos antidemocráticos que promuevan la dependencia, afirman las inequidades sociales y restringen los derechos políticos de los trabajadores y los pueblos.

El fracaso de los llamados gobiernos progresistas o alternativos, convertidos hoy en administradores de la crisis, en sostén y representantes de sectores burgueses en ascenso y de los monopolios internacionales y los diversos países imperialistas evidencia claramente que la liberación de los trabajadores y la verdadera independencia no puede provenir de una facción de las clases dominantes, no será resultado de “nuevas” teorías y propuestas esgrimidas por los renegados del socialismo; por lo contrario afirman que la liberación de los trabajadores y los pueblos obra será de ellos mismos y responsabilidad ineludible de los partidos revolucionarios del proletariado que persistimos en el marxismo leninismo.

V

Importantes acciones se desarrollan en nuestros países que exigen expresar y mantener nuestro más decidido apoyo.

En México, el impulso de la Huelga Política General y la consolidación del Frente Único para desarrollar la lucha de la clase obrera y los pueblos de México, contra la política pro-imperialista de Enrique Peña Nieto y por un Gobierno Provisional Revolucionario que haga posible la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente y con ella una Nueva Constitución Política están siendo asumidos por importantes sectores sociales de la ciudad y el campo.

En Perú las acciones que se adelantan contra el gobierno de Ollanta Humala que insiste en criminalizar la lucha popular reprimiendo y limitando al máximo los derechos de organización de la clase obrera, los campesinos y estudiantes expresan el ascenso de la lucha de las masas. Apoyamos las acciones en contra del saqueo imperialista, las concesiones mineras y la sobre-explotación de los trabajadores de la ciudad y el campo, la construcción del Frente Popular propuesto por los revolucionarios proletarios como respuesta a la entrega voraz de los recursos naturales y la soberanía, a la fascistización y el deterioro de las condiciones de vida del pueblo peruano.

En Uruguay, se vive una importante reanimación del movimiento popular en respuesta a las medidas antipopulares tomadas por el tercer gobierno del Frente Amplio, encabezado por Tabaré Vázquez. El impulso de pautas salariales que tienden a la reducción del salario real, las negativas a cumplir con los reclamos históricos del 6% del PIB para la educación pública, la política de impunidad con los crímenes de lesa humanidad ocurridos durante la dictadura fascista, la salida a la luz de las negociaciones para ingresar al TISA (Acuerdo Internacional de Comercio en Servicios) poniendo en peligro la soberanía sobre los servicios públicos, y los proyectos de reformas en el sistema educativo y de salud que principalmente favorecen a las empresas privadas son algunas de las políticas enfrentadas por el pueblo en la calle y que merecen nuestro respaldo.

En República Dominicana la izquierda y sectores democráticos y progresistas, inmersos en la lucha social por los derechos sindicales y políticos preparan una campaña política en la que buscan afianzar su unidad en un proyecto de convergencia que se imponga como alternativa política frente al continuismo reeleccionista del gobierno neoliberal de Danilo Medina.

En Ecuador crecen la inconformidad y los gritos contra Correa, el movimiento popular se aglutina en un amplio frente social y político y asume el protagonismo en la lucha contra el autoritarismo y la prepotencia del correísmo, al tiempo que demarca posiciones con la oposición burguesa que busca posesionarse como alternativa en el pos correísmo. El desarrollo de la lucha social se generaliza, se expresará en los próximos días un gran paro nacional en rechazo a las políticas antipopulares del gobierno y afirmará el camino independiente del pueblo por sus derechos y la conquista de un nuevo mañana

Los ataques a los derechos de los trabajadores que ocurren en Brasil debido a la política de alianzas con el gran capital y los monopolios. El gobierno de Dilma Rousseff promueve un gigantesco ajuste fiscal y sus resultados son la retirada de los derechos históricos de los trabajadores y recortes de la inversión en las áreas sociales. Aprovechándose de la pérdida de popularidad del gobierno, una oposición representada por la extrema derecha intenta ganar fuerza y presentarse como lo nuevo, pero la verdad es que representa un proyecto aún más agresivo de eliminación de derechos de los trabajadores que fue implementada en la década de los 90 en el país, está igualmente envuelta en casos de corrupción. Frente a esta situación, la izquierda consecuente y revolucionaria crece y busca alianzas con los demás sectores populares, en la línea de acumular fuerzas a través de la creación de un gran frente popular que permita a los trabajadores y el pueblo, enfrentar a la gran burguesía y a los latifundistas y conquistar el poder político en el país.

Rechazamos frontalmente la política intervencionista el imperialismo norteamericano en colusión con la oligarquía y la derecha venezolanas para desestabilizar al gobierno de Maduro y aprovechar la crisis económica en su beneficio para retornar al pasado. La injerencia imperialista atiza los conflictos territoriales con Guyana y Colombia en el propósito de cercar a Venezuela y aupar a la reacción.

Llamamos a los revolucionarios y demócratas de Venezuela, Colombia y Guyana a no dejarse manipular, unir fuerzas para luchar contra los explotadores en cada país, transitando el camino de la unidad de los pueblos en lucha contra el enemigo común de toda la humanidad.

Es clara la existencia en estos momentos de un amplio y agudo escenario de confrontación social y política, en la cual apoyamos las iniciativas de unidad popular como base para llevar adelante la lucha por la profundización de las reformas democráticas, la derrota de la reacción y el reformismo para avanzar por los senderos de la revolución y el socialismo como única opción para superar las dificultades creadas por la ofensiva imperialista, el sabotaje burgués y las concepciones socialdemócratas.

Apoyamos en Colombia la lucha del pueblo y los trabajadores por la paz con justicia social, rechazamos la paz como eliminación del contrario, la paz romana promovida por el gobierno de Juan Manuel Santos y en general toda la política que busca la rendición del movimiento popular. Nos unimos al clamor popular que reclama una verdadera apertura democrática y con ella las reformas democráticas que cierren las compuertas a la fascistización, el neoliberalismo y la entrega del país a los grandes inversionistas y monopolios extranjeros. Nos unimos a la propuesta de dialogo nacional sin condiciones y con plenas garantías donde los partidos políticos, las organizaciones guerrilleras, las organizaciones sociales y comunitarias y en general el conjunto de los colombianos discuta las verdaderas causas, dimensiones y alternativas de solución al conflicto económico, social, político y armado que vive el país desde hace varias décadas. Apoyamos la propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente de carácter democrático y popular, así como la lucha que en general que desarrollan los trabajadores y el pueblo colombiano por la conquista de un gobierno democrático y popular.

En EE.UU. la clase obrera está luchando por mejorar sus condiciones de vida y los derechos sindicales, incluyendo el derecho de organización y huelga, en oposición a las privatizaciones de los correos, de la educación, la salud y el recorte de los gastos sociales. Destacamos los combates contra la brutalidad y la represión que afectan particularmente a los jóvenes afro-americanos y latinos, y a los estadounidenses pobres. Los trabajadores y los pueblos de EE.UU. desenvuelven importantes movilizaciones contra la guerra imperialista y sus efectos.

VI

Nuestros partidos y organizaciones al reafirmar su adhesión a los principios revolucionarios del marxismo leninismo proclaman su convicción de continuar la batalla por organizar y hacer la revolución, por la implantación del poder popular y la construcción del socialismo.

Nos unimos a las diferentes luchas que se registran en el continente, expresamos nuestro abrazo solidario a todas las organizaciones comprometidas con el cambio llamándolas a afianzar los lazos unitarios avanzando en la conformación de un gran frente de lucha contra el imperialismo y la reacción en nuestros países y a escala internacional.

¡¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA Y NUESTROS PUEBLOS!!

¡¡VIVA, VIVA, VIVA!!

PARTIDO COMUNISTA REVOLUCIONARIO – BRASIL

PARTIDO COMUNISTA DE COLOMBIA (MARXISTA LENINISTA)

PARTIDO COMUNISTA MARXISTA LENINISTA DEL ECUADOR

PARTIDO DE LOS COMUNISTAS DE EE.UU.

PARTIDO COMUNISTA DE MEXICO (MARXISTA LENINISTA)

PARTIDO COMUNISTA PERUANO (MARXISTA LENINISTA)

PARTIDO COMUNISTA DEL TRABAJO DE REPUBLICA DOMINICANA

ORGANIZACIÓN REVOLUCIONARIA 28 DE FEBRERO DE URUGUAY

PARTIDO COMUNISTA MARXISTA LENINISTA DE VENEZUELA

Quito, julio de 2015

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