viernes, 8 de abril de 2016

Editorial Acero Revolucionario N° 39, Abril de 2016

Órgano interno del Comité Central del PCMLV


La crisis acelera los planes de la burguesía imperialista

Si revisamos nuestros documentos podemos ratificar que el PCMLV ha llevado el pulso de cada uno de los acontecimientos económicos, políticos y sociales que se vienen desarrollando en el mundo, en la región y en nuestro país, haciendo un esfuerzo para analizar, explicar y prever los acontecimientos desde la perspectiva científica y de clase. Para dar continuidad a este método, se han puesto en alerta nuestras estructuras con el fin de debatir más ampliamente los temas esenciales de las complejas situaciones que atravesamos y de las que se avecinan. 

“Los órganos de dirección de nuestro partido han llegado a la conclusión de que nos acercamos aceleradamente a un punto de inflexión, a una coyuntura que puede hacer cambiar de forma drástica la realidad por el impulso ineludible de la lucha de clases. La burguesía tradicional, la burguesía emergente y la pequeña burguesía radicalizan su lucha por el poder del aparato de Estado burgués, bajo la sombra del bloque imperialista EEUU-UE los primeros, y bajo el bloque China-Rusia los segundos. En esta pugna el proletariado aparece tímidamente, aún como masa de maniobra de las dos facciones del capital, una totalmente reaccionaria y la otra reformista, pero al fin y al cabo ambas defensoras del capital e involucradas en mantener las relaciones de producción capitalistas y programas de entrega de las riquezas del país a los grandes monopolios internacionales y a sus socios locales.” (Docs. PCMLV)

Dentro del proceso revolucionario venezolano, el período democrático burgués bolivariano ha expresado elementos democráticos y populares, elementos positivos y de avanzada, pero que tienen un límite insalvable en cuanto a la conformación de clase de su dirección. Su condición pequeñoburguesa le imprime una permanente duda entre avanzar hacia una independencia verdadera, (que sólo se logra rompiendo con el imperialismo y generando un proceso de soberanía económica) o por el contrario, renegociar la dependencia bajo esquemas totalmente capitalistas de sumisión a las grandes transnacionales y al imperialismo.

Todo esto se expresa en acciones como la entrega de las riquezas naturales a los grandes monopolios, demostrando el abandono de su propuesta “nacionalista” y la bancarrota del llamado “socialismo del siglo XXI”, en la falta de disposición para lograr al menos mantener la tendencia de Chávez, menos aún en avanzar en la verdadera independencia nacional, estando negada hoy, con la composición actual del gobierno, la posibilidad de avanzar al socialismo.

La crisis actual refleja el agotamiento del modelo socialdemócrata. No como ellos dicen, que se debe al agotamiento del “modelo rentista”, definición que le dan los teóricos del gobierno a la monoexportación. Contradictoriamente la pretenden relanzar, aunque lo nieguen, ahora con la sustitución de la exportación de petróleo por la exportación de minerales preciosos, en alianza con las grandes transnacionales, entregando de forma descarada el “arco minero del Orinoco” en una acción que sin duda reproduce las mismas prácticas de los gobiernos del período democrático burgués adeco-copeyano que en 1995 intentó desplazar a los mineros artesanales y pobladores de esa zona con saldo de muertos y heridos, hecho que fue paralizado por las luchas populares y revertido por el gobierno de Chávez, pero sin una política minera apropiada, por lo que se entronizaron en esa zona las mafias de pranes, paramilitares y gobernantes corruptos, que junto con las fuerzas represivas del Estado viven del pillaje y el cobro de vacuna en la zona. 

La aguda crisis por la que atraviesa Venezuela es un hecho inocultable, la baja del precio del barril de petróleo, la inflación, la caída de las reservas internacionales a menos de 13.500 millones de dólares estadounidenses, las más bajas en 17 años; la escasez de productos básicos, la capacidad adquisitiva del salario, que sigue a la baja, amenazas cada día más fuertes de desempleo, dificultad para asumir los compromisos contractuales con los trabajadores por parte del gobierno, paralización de programas de entregas de tierras y nacionalización de empresas (medidas de verdadero carácter revolucionario) indican la existencia de una muy compleja situación para Maduro y el gobierno, donde claramente se abren a los grandes capitales transnacionales y a la burguesía nativa, quedando claro que el momento de ofensiva de la tendencia de izquierda dentro del gobierno se ha frenado y está en curso la consolidación de las posiciones conciliadoras reformistas, lo que expresa un viraje hacia la derecha.

En este ambiente político de crisis económica, las elecciones del 6D demuestran otra cara del descontento de la población producto de la compleja realidad: El proceso de reflujo de masas, que se expresa en la abstención y en la disminución de la participación popular en actividades políticas, pero que corre el peligro de avanzar hacia la derechización si los elementos revolucionarios no trabajamos por revertir la tendencia, que avanza como forma de rechazo a un gobierno que no resuelve los problemas básicos, ante lo cual, una parte importante de la población, creyendo en el “juego democrático” abre las puertas a la derecha pensando que ésta podría eliminar la escasez y las colas en lo inmediato, lo que demuestra la consolidación del pensamiento político pequeñoburgués con su confianza en la “democracia”, "la alternabilidad” y "el juego de poderes”.

Entendemos que es necesario en un primer momento frenar el reflujo de masas, activar una intensa campaña de agitación y movilización que permita comprender que la única salida positiva para los explotados es la verdadera revolución. Después, pasar a la contraofensiva tratando por todos los medios de aprovechar cualquiera de los cursos de acción por donde se desarrollen algunos de los escenarios posibles, siempre en la óptica de lograr la acumulación de fuerzas y el posicionamiento de nuestro programa como real opción para las masas populares.

Nuestros debates concluyen que “La posición del proletariado es aún débil en el espectro político nacional, principalmente por no contar con una organización fuerte, esto determina en alto grado mantenerse a la cola de la pequeña burguesía y de la burguesía emergente, en la forma de un apoyo crítico en algunos casos y en la de sumisión total en otros” creemos que es acertada la política de promover la unidad popular para frenar la ofensiva de la derecha y retomar la ofensiva en mejores condiciones para la clase obrera y el campesinado si somos capaces de aprovechar el tiempo que queda hasta el punto de ruptura.

La ratificación del decreto Obama que considera a Venezuela como una amenaza para EEUU, la ofensiva contra los gobiernos “progresistas”, ciertamente incapaces de llevar a los pueblos a la independencia y soberanía, reflejan la intención del gobierno norteamericano de retomar su papel de hegemón de la región, aplicando la vieja política de la zanahoria y el garrote; por un lado la ofensiva contra “los progresistas”, en especial Venezuela, por la otra una intensa política de acercamiento a Cuba y las negociaciones con las Farc por intermedio de los reformistas de La Habana. Esta intención se ratifica con lo expresado por un alto mando del ejército de los EEUU en la región que ha declarado la necesidad de confrontar la política de penetración de Rusia y China en la región, poniendo en primer plano la contradicción interimperialista entre ambos bloques, lo que debe ser tomado en cuenca por nuestro partido en los próximos tiempos ya que nuestro país puede transformarse en centro de negociación entre los dos bloques imperialistas en la zona, ya que Cuba va en vías de restablecer sus relaciones con su antiguo enemigo.

Todo esto nos conduce a valorar cada día con mayor claridad lo que acontece en el frente interior y en el frente exterior para impulsar todas nuestras fuerzas, las alianzas, unidad y acuerdos en el sentido de la acumulación de fuerzas por parte del proletariado para transformarse en una verdadera opción de poder en el plazo más corto. 

¡A ENFRENTAR EL IMPERIALISMO CON ÍMPETU Y AUDACIA REVOLUCIONARIA!

¡EL SOCIALISMO SÓLO SE CONSTRUYE CON LA ALIANZA OBRERO CAMPESINA EN EL PODER Y EL PUEBLO EN ARMAS!

1 comentario:

el anzuelo en el zapato dijo...

La debilidad organizativa del proletariado venezolano, se debe fundamentalmente a que los reformistas PSUV PCV tienen organizaciones sindicales, que orientan a , la clase obrera hacia posiciones economicistas. AD Causa Radical y PJ tambien participan en la lucha sidical con posiciones abiertamente procapitalistas disfrazadas de "democraticas". Los marxistas leninista de Venezuela estamos en la obligacion de trabajar en dos frentes.Estar junto a los trabajadores peleando por sus reinvidicaciones y señalandole a sus enemigos estrategicos que hoyestan en el gobierno y en la oposicion, El paquete brutal de Maduro y paquete de leyes reacionarias de la oposicion confirman lo que afirmamos. ¿ que hacer? utilizar las redes digitales, crear celulas en las fabricas y organizar a los gemios con la presencia de celulas comunistas al cabo de algun tiempo veremo los frutos