La crisis general del capitalismo y la lucha por el Socialismo.
El capitalismo sigue estremeciéndose por los estragos que ocasiona la crisis, las economías imperialistas sufren sus consecuencias, cada vez se expresa de forma más contundente la profundización de la crisis general del capitalismo afectando también las economías de los países dependientes que comienzan a sentir sus efectos, en especial por la baja de los precios de sus exportaciones y por la mayor agresividad imperialista en el intento de apropiarse de las fuentes de materias primas arreciando la lucha por un nuevo reparto del mundo.
Recortes presupuestarios, despidos masivos, disminución de salarios, negativa a firmar nuevos contratos colectivos, suspensión de beneficios a los trabajadores, prolongación de los años para poder disfrutar de jubilaciones y pensiones, militarización y represión, judicialización de las luchas obreras, expulsión de inmigrantes, son los pasos que la burguesía va dando para colocar todo el peso de la crisis sobre las espaldas de la clase obrera, vemos como a través de estas medidas los gobiernos intentan imponer a los trabajadores el peso de la crisis, siguiendo las ordenes de sus amos imperialistas la burguesía asociada de los países dependientes también profundiza las medidas explotadoras, de por sí severas, transformando estos territorios en campos de concentración donde experimentan y aplican medidas, que de no ser detenidas con acciones revolucionarias, tratarán de llevar a niveles de esclavización a los pueblos por medio de la fascistización.
Ante esta arremetida del imperialismo los trabajadores también generamos acciones, en primer lugar se evidencia un aumento de la movilización popular, en especial de la clase obrera de los países imperialistas rechazando los paquetes hambreadores, y de sectores populares mas amplios en los países dependientes en rechazo a medidas neoliberales y al saqueo de los recursos naturales, en todo el mundo el auge de las luchas permite observar el fortalecimiento de organizaciones sindicales, de indígenas, de pobladores y como consecuencia su acercamiento a los partidos proletarios. Las medidas gubernamentales "anticrisis" solo ofrecen como solución profundizar la explotación de los trabajadores bajo la excusa que este momento difícil solo puede superarse con el sacrificio de “todos”, lo que significa mayor miseria para la clase obrera y las mayorías oprimidas.
El planeta es testigo de las acciones de resistencia de los trabajadores en contra del capitalismo, es la lucha de clases que se expresa en todas sus formas, es la confirmación de las tesis expuestas por los clásicos del marxismo donde se manifiesta el antagonismo entre el capital y el trabajo, donde se establece que solo la revolución proletaria dará una salida definitiva ante esta situación.
Muchos son los hechos que confirman la arremetida imperialista, pero también el avance de las luchas, lo que plantea una oportunidad importante para que el proletariado se fortalezca bajo la conducción de su partido. Es momento de preparar y consolidar nuestras organizaciones tomando todas las previsiones para enfrentar con solidez los retos que tenemos al frente, ahora mas que nunca es importante la orientación revolucionaria que haga frente al diversionismo ideológico en el seno de las masas, a quienes usan todos los medios para confundir tratando de debilitar, distrayéndolas con planteamientos que solo buscan revitalizar al capitalismo, en muchos casos oxigenarlo con una fraseología revolucionaria, la crisis imperialista se expande, se crean condiciones para la tercera etapa de la crisis general del capitalismo que conducirá a guerras y revoluciones, ante esta evidente e intensa agudización de las contradicciones de clases organizar la revolución es la única alternativa para la clase obrera y las masas oprimidas.
En estos períodos de agudización de las contradicciones es cuando cobra mayor importancia la existencia del partido del proletariado, cimentado en los principios del marxismo leninismo, fortalecido, con capacidad real de dirección combatiendo contra la explotación capitalista.
En América Latina el reformismo y la democracia burguesa pretenden ser una vía para solventar la crisis que avanza indetenible, el discurso electorero y pacifista de la pequeña burguesía socialdemócrata aún despierta interés entre la masas explotadas, los sueños de una sociedad de justicia lograda por vía de elecciones sigue teniendo grandes auditorios, las ilusiones de una revolución sin confrontar abiertamente contra la burguesía y el imperialismo sigue surtiendo efecto, pero tiende a debilitarse en la misma medida que la crisis impacta a las masas.
En Venezuela, Bolivia y Ecuador las propuestas de “revolución pacífica” avanzan directo a la confrontación, la agitación entre las masas se hace evidente, se pierden ilusiones y seguramente las confrontaciones de clase se pondrán a la orden del día.
En Colombia, la victoria de Santos ha favorecido la ofensiva en contra de las fuerzas populares, las cuales han enfrentado un recrudecimiento de la lucha. En toda la región las fuerzas revolucionarias seguimos en pie de lucha y lejos de someternos a los intereses del imperialismo, la socialdemocracia, el reformismo o el revisionismo, seguimos combatiendo, ratificando a diario la voluntad de lucha por la revolución proletaria, las FARC, ELN y EPL siguen combatiendo en las montañas a pesar de la ofensiva que agrupa al ejército de Colombia, la CIA, el Mossad y todos los organismos de represión imperialistas contra el pueblo armado que lucha por defender su proyecto de liberación y su vida.
En Ecuador hemos visto la radicalización progresiva de la protesta por parte de diversos sectores; primero los maestros de la UNE, el movimiento indígena, especialmente Conaie, ecuarunari, los estudiantes, ahora los policías y militares, quienes en su momento han salido a la calle a manifestar su descontento con políticas implementadas por el gobierno de Correa.
La acción de protesta reivindicativa de los policías se inicia contra el veto del presidente a la ley de servidores públicos que afectaba a los funcionarios y que dió pie a un airado reclamo que fué atendido directamente y en persona por parte del presidente, que en una actitud prepotente e irresponsable emplazó a los policías generando una respuesta violenta.
Toda esta confusión: de quienes reclamaban airadamente, de la Asamblea Nacional con pugnas internas, de la propia actitud del alto mando militar y del mismo Correa permitió su aprovechamiento mediático para golpear a sus disidentes y sectores de la oposición de derecha e izquierda en una jugada que le da respaldo internacional y popularidad, al aparecer Correa como víctima de una acción que no tiene dirección visible ni organización clara.
Las luchas de los pueblos del Ecuador y de toda la región continuarán debido a la crisis general del capitalismo y sus efectos, los revolucionarios estamos obligados a prepararnos para aprovechar estas situaciones, organizar la revolución y tomar el poder para construir el socialismo.
Las elecciones parlamentarias.
Las recientes elecciones parlamentarias del 26 de septiembre confirman nuestra tesis del aumento sostenido de votos por parte de la derecha, las fuerzas reaccionarias agrupadas en la Mesa de Unidad Democrática (MUD) han obtenido mas votos totales que en las elecciones pasadas, alcanzando y en algunas regiones superando ampliamente a los candidatos del gobierno, se puede decir, con razón, que son procesos diferentes, pero es claro que la oposición se consolida en algunas regiones y también que los partidos del chavismo perdieron espacio en estos, lo que no significa la derrota del proyecto de Chávez, solo alerta sobre un proceso de avance lento pero sostenido por parte de la oposición, de su capacidad para obtener apoyos donde antes no podía entrar.
El PSUV ha obtenido una gran mayoría de diputados; pero sin embargo el objetivo fundamental de lograr las 2 terceras partes no fue posible, lo que ha generado debate sobre el debilitamiento del arraigo de la política gubernamental en ciertos sectores.
Es importante comprender que la saliente Asamblea Nacional estuvo dominada absolutamente por el gobierno, por la ausencia de candidatos de la oposición en el proceso electoral del 2005, aún así fue incapaz de legislar de forma avanzada, evidentemente no es un problema de mayorías ni de votos, es un problema de programas, si no hay un programa revolucionario ser mayoría no sirve de nada porque no saben que hacer con eso, para un proyecto revolucionario tener la mayoría absoluta durante 5 años debe servir para expropiar a los burgueses, imponer restricciones y derrotar definitivamente su poder económico, crear leyes de defensa para los trabajadores y campesinos, pero se pasaron esperando, en lugar de arremeter contra la burguesía solo le fueron dando tiempo para su rearme, en lugar de expropiarlos sin indemnización le compraron sus empresas, en lugar de golpearlos le abrieron caminos para su acción política y económica, los banqueros e industriales mas poderosos se enriquecieron más a la sombra del Estado, fortaleciendo la propiedad privada, en lugar de castigar la corrupción la convalidan cuando le compran a los ladrones burgueses, incluso con sobreprecio, sus propiedades.
Probablemente se perdió un momento precioso para arremeter contra los capitalistas y someterlos, mayoría absoluta en el parlamento, control de todos los poderes, solidez en la Fuerza Armada, altos precios del petróleo y gran apoyo popular, pero está claro, que esto no es cosa de apoyos, ni de recursos, es un problema ideológico, de clase, por eso voceros del gobierno se alegran de que la oposición llegue al parlamento, los felicitan y se felicitan por “la transparencia del sistema electoral”, porque según su criterio eso fortalece la democracia, y tienen algo de razón: fortalece la democracia burguesa, este proceso termina de consolidar la democracia burguesa ya que abre las puertas a un proceso de cohabitación entre la burguesía emergente y la burguesía tradicional que ahora llega al parlamento, ahora representantes de la política más reaccionaria llegan a la Asamblea Nacional, de donde salieron en medio de una intensa pugna, y para los reformistas su regreso es algo plausible; “es una demostración de la fortaleza de la democracia” dice el pequeño burgués, pero el proletariado está claro: al enemigo ni agua, por eso el descontento en las bases populares y la crítica a la dirección de esos partidos, a pesar del discurso triunfalista, saben que esto solo demuestra el carácter vacilante de su dirección y la debilidad para tomar grandes decisiones en favor de la verdadera revolución.
Con la mayoría absoluta en el parlamento, se nombran los jueces, defensor del pueblo, poder electoral, y con todo este poder pudieron haber impuesto a la burguesía un programa avanzado, pero pasaron el tiempo en el juego de la discusión estéril, ahora viene un tiempo diferente; la oposición tiene 65 diputados a la AN, 2 el PPT ( totalmente vacilantes) y el gobierno 98, para obtener la mayoría calificada tendrán que pactar con gente que viene a agitar y a presionar al gobierno para un acuerdo de reestructuración del modelo político en la tradición de las democracias burguesas; el bipartidismo, el negociado, el teatro parlamentario, la compra de votos y el acuerdo por debajo de la mesa será la norma a imponer.
La derecha va avanzando de forma sostenida en su caudal de votos, especialmente en los grandes centros urbanos, donde se concentra la mayoría de la población, mientras que el "chavismo" tiende a estancarse, lo que augura un escenario electoral muy reñido en las elecciones presidenciales de 2012 si no se empujan acciones políticas y reivindicativas de peso para las mayorías mediante salidas radicales y gran movilización popular.
A manera de conclusión
Como conclusión podemos decir que en estas elecciones se consolida la democracia burguesa, con su "pluralismo", se expresa el bipartidismo por medio de dos bloques que pugnan por cautivar a las masas, entra de nuevo la representación de la derecha al parlamento con los aplausos de sectores del gobierno que defienden esa "democracia" que ampara y estimula la conciliación de clases y la cohabitación.
A pesar de este proceso de conciliación, de intentos por adormecer la conciencia verdaderamente revolucionaria y la lucha de clases, la clase obrera, con su partido a la cabeza, los campesinos y los sectores populares cuestionamos esos criterios democrático burgueses, el burocratismo y las prácticas que buscan acallar las contradicciones, la política reformista que excluye a los trabajadores y el pueblo de los verdaderos centros de poder transitando un camino que tiene alto costo para los trabajadores, ya que al no someter a la burguesía le dejan las manos libres para el zarpazo reaccionario y fascista.
La presencia numerosa de diputados opositores va a terminar de dificultar la gestión gubernamental y ocasionar agitación de calle, para presionar al gobierno a llegar a acuerdos y negociaciones utilizando los recursos del Estado, profundizando la corrupción y el chalaneo parlamentario, otra alternativa es la agudización de las contradicciones y la radicalización con movilizaciones de calle presionando al parlamento para que legisle en favor de los trabajadores y el pueblo, mientras se construyen verdaderas estructuras revolucionarias y se avanza hacia la toma del poder.
Los parlamentarios de la derecha van a manifestar desde un primer momento el respaldo a exigencias reivindicativas de forma demagógica, pero jamás irán al fondo del asunto, solo los marxistas leninistas luchamos contra la explotación, por lo que nuestra política debe ser enfrentar a la derecha e iniciar un período de movilizaciones y agitación, haciéndoles frente en la calle, poniéndonos a la cabeza de los reclamos, incorporándole elementos de lucha política.
“el pecado mortal de la II Internacional no consiste en haber practicado en su tiempo la táctica de utilizar las formas parlamentarias de lucha, sino en haber sobreestimado la importancia de estas formas considerándolas casi únicas; y cuando llegó el período de las batallas revolucionarias abiertas y el problema de las formas extraparlamentarias de lucha pasó a primer plano, los partidos de la segunda internacional volvieron la espalda a las nuevas tareas, renunciaron a ellas”.
El capitalismo sigue estremeciéndose por los estragos que ocasiona la crisis, las economías imperialistas sufren sus consecuencias, cada vez se expresa de forma más contundente la profundización de la crisis general del capitalismo afectando también las economías de los países dependientes que comienzan a sentir sus efectos, en especial por la baja de los precios de sus exportaciones y por la mayor agresividad imperialista en el intento de apropiarse de las fuentes de materias primas arreciando la lucha por un nuevo reparto del mundo.
Recortes presupuestarios, despidos masivos, disminución de salarios, negativa a firmar nuevos contratos colectivos, suspensión de beneficios a los trabajadores, prolongación de los años para poder disfrutar de jubilaciones y pensiones, militarización y represión, judicialización de las luchas obreras, expulsión de inmigrantes, son los pasos que la burguesía va dando para colocar todo el peso de la crisis sobre las espaldas de la clase obrera, vemos como a través de estas medidas los gobiernos intentan imponer a los trabajadores el peso de la crisis, siguiendo las ordenes de sus amos imperialistas la burguesía asociada de los países dependientes también profundiza las medidas explotadoras, de por sí severas, transformando estos territorios en campos de concentración donde experimentan y aplican medidas, que de no ser detenidas con acciones revolucionarias, tratarán de llevar a niveles de esclavización a los pueblos por medio de la fascistización.
Ante esta arremetida del imperialismo los trabajadores también generamos acciones, en primer lugar se evidencia un aumento de la movilización popular, en especial de la clase obrera de los países imperialistas rechazando los paquetes hambreadores, y de sectores populares mas amplios en los países dependientes en rechazo a medidas neoliberales y al saqueo de los recursos naturales, en todo el mundo el auge de las luchas permite observar el fortalecimiento de organizaciones sindicales, de indígenas, de pobladores y como consecuencia su acercamiento a los partidos proletarios. Las medidas gubernamentales "anticrisis" solo ofrecen como solución profundizar la explotación de los trabajadores bajo la excusa que este momento difícil solo puede superarse con el sacrificio de “todos”, lo que significa mayor miseria para la clase obrera y las mayorías oprimidas.
El planeta es testigo de las acciones de resistencia de los trabajadores en contra del capitalismo, es la lucha de clases que se expresa en todas sus formas, es la confirmación de las tesis expuestas por los clásicos del marxismo donde se manifiesta el antagonismo entre el capital y el trabajo, donde se establece que solo la revolución proletaria dará una salida definitiva ante esta situación.
Muchos son los hechos que confirman la arremetida imperialista, pero también el avance de las luchas, lo que plantea una oportunidad importante para que el proletariado se fortalezca bajo la conducción de su partido. Es momento de preparar y consolidar nuestras organizaciones tomando todas las previsiones para enfrentar con solidez los retos que tenemos al frente, ahora mas que nunca es importante la orientación revolucionaria que haga frente al diversionismo ideológico en el seno de las masas, a quienes usan todos los medios para confundir tratando de debilitar, distrayéndolas con planteamientos que solo buscan revitalizar al capitalismo, en muchos casos oxigenarlo con una fraseología revolucionaria, la crisis imperialista se expande, se crean condiciones para la tercera etapa de la crisis general del capitalismo que conducirá a guerras y revoluciones, ante esta evidente e intensa agudización de las contradicciones de clases organizar la revolución es la única alternativa para la clase obrera y las masas oprimidas.
En estos períodos de agudización de las contradicciones es cuando cobra mayor importancia la existencia del partido del proletariado, cimentado en los principios del marxismo leninismo, fortalecido, con capacidad real de dirección combatiendo contra la explotación capitalista.
En América Latina el reformismo y la democracia burguesa pretenden ser una vía para solventar la crisis que avanza indetenible, el discurso electorero y pacifista de la pequeña burguesía socialdemócrata aún despierta interés entre la masas explotadas, los sueños de una sociedad de justicia lograda por vía de elecciones sigue teniendo grandes auditorios, las ilusiones de una revolución sin confrontar abiertamente contra la burguesía y el imperialismo sigue surtiendo efecto, pero tiende a debilitarse en la misma medida que la crisis impacta a las masas.
En Venezuela, Bolivia y Ecuador las propuestas de “revolución pacífica” avanzan directo a la confrontación, la agitación entre las masas se hace evidente, se pierden ilusiones y seguramente las confrontaciones de clase se pondrán a la orden del día.
En Colombia, la victoria de Santos ha favorecido la ofensiva en contra de las fuerzas populares, las cuales han enfrentado un recrudecimiento de la lucha. En toda la región las fuerzas revolucionarias seguimos en pie de lucha y lejos de someternos a los intereses del imperialismo, la socialdemocracia, el reformismo o el revisionismo, seguimos combatiendo, ratificando a diario la voluntad de lucha por la revolución proletaria, las FARC, ELN y EPL siguen combatiendo en las montañas a pesar de la ofensiva que agrupa al ejército de Colombia, la CIA, el Mossad y todos los organismos de represión imperialistas contra el pueblo armado que lucha por defender su proyecto de liberación y su vida.
En Ecuador hemos visto la radicalización progresiva de la protesta por parte de diversos sectores; primero los maestros de la UNE, el movimiento indígena, especialmente Conaie, ecuarunari, los estudiantes, ahora los policías y militares, quienes en su momento han salido a la calle a manifestar su descontento con políticas implementadas por el gobierno de Correa.
La acción de protesta reivindicativa de los policías se inicia contra el veto del presidente a la ley de servidores públicos que afectaba a los funcionarios y que dió pie a un airado reclamo que fué atendido directamente y en persona por parte del presidente, que en una actitud prepotente e irresponsable emplazó a los policías generando una respuesta violenta.
Toda esta confusión: de quienes reclamaban airadamente, de la Asamblea Nacional con pugnas internas, de la propia actitud del alto mando militar y del mismo Correa permitió su aprovechamiento mediático para golpear a sus disidentes y sectores de la oposición de derecha e izquierda en una jugada que le da respaldo internacional y popularidad, al aparecer Correa como víctima de una acción que no tiene dirección visible ni organización clara.
Las luchas de los pueblos del Ecuador y de toda la región continuarán debido a la crisis general del capitalismo y sus efectos, los revolucionarios estamos obligados a prepararnos para aprovechar estas situaciones, organizar la revolución y tomar el poder para construir el socialismo.
Las elecciones parlamentarias.
Las recientes elecciones parlamentarias del 26 de septiembre confirman nuestra tesis del aumento sostenido de votos por parte de la derecha, las fuerzas reaccionarias agrupadas en la Mesa de Unidad Democrática (MUD) han obtenido mas votos totales que en las elecciones pasadas, alcanzando y en algunas regiones superando ampliamente a los candidatos del gobierno, se puede decir, con razón, que son procesos diferentes, pero es claro que la oposición se consolida en algunas regiones y también que los partidos del chavismo perdieron espacio en estos, lo que no significa la derrota del proyecto de Chávez, solo alerta sobre un proceso de avance lento pero sostenido por parte de la oposición, de su capacidad para obtener apoyos donde antes no podía entrar.
El PSUV ha obtenido una gran mayoría de diputados; pero sin embargo el objetivo fundamental de lograr las 2 terceras partes no fue posible, lo que ha generado debate sobre el debilitamiento del arraigo de la política gubernamental en ciertos sectores.
Es importante comprender que la saliente Asamblea Nacional estuvo dominada absolutamente por el gobierno, por la ausencia de candidatos de la oposición en el proceso electoral del 2005, aún así fue incapaz de legislar de forma avanzada, evidentemente no es un problema de mayorías ni de votos, es un problema de programas, si no hay un programa revolucionario ser mayoría no sirve de nada porque no saben que hacer con eso, para un proyecto revolucionario tener la mayoría absoluta durante 5 años debe servir para expropiar a los burgueses, imponer restricciones y derrotar definitivamente su poder económico, crear leyes de defensa para los trabajadores y campesinos, pero se pasaron esperando, en lugar de arremeter contra la burguesía solo le fueron dando tiempo para su rearme, en lugar de expropiarlos sin indemnización le compraron sus empresas, en lugar de golpearlos le abrieron caminos para su acción política y económica, los banqueros e industriales mas poderosos se enriquecieron más a la sombra del Estado, fortaleciendo la propiedad privada, en lugar de castigar la corrupción la convalidan cuando le compran a los ladrones burgueses, incluso con sobreprecio, sus propiedades.
Probablemente se perdió un momento precioso para arremeter contra los capitalistas y someterlos, mayoría absoluta en el parlamento, control de todos los poderes, solidez en la Fuerza Armada, altos precios del petróleo y gran apoyo popular, pero está claro, que esto no es cosa de apoyos, ni de recursos, es un problema ideológico, de clase, por eso voceros del gobierno se alegran de que la oposición llegue al parlamento, los felicitan y se felicitan por “la transparencia del sistema electoral”, porque según su criterio eso fortalece la democracia, y tienen algo de razón: fortalece la democracia burguesa, este proceso termina de consolidar la democracia burguesa ya que abre las puertas a un proceso de cohabitación entre la burguesía emergente y la burguesía tradicional que ahora llega al parlamento, ahora representantes de la política más reaccionaria llegan a la Asamblea Nacional, de donde salieron en medio de una intensa pugna, y para los reformistas su regreso es algo plausible; “es una demostración de la fortaleza de la democracia” dice el pequeño burgués, pero el proletariado está claro: al enemigo ni agua, por eso el descontento en las bases populares y la crítica a la dirección de esos partidos, a pesar del discurso triunfalista, saben que esto solo demuestra el carácter vacilante de su dirección y la debilidad para tomar grandes decisiones en favor de la verdadera revolución.
Con la mayoría absoluta en el parlamento, se nombran los jueces, defensor del pueblo, poder electoral, y con todo este poder pudieron haber impuesto a la burguesía un programa avanzado, pero pasaron el tiempo en el juego de la discusión estéril, ahora viene un tiempo diferente; la oposición tiene 65 diputados a la AN, 2 el PPT ( totalmente vacilantes) y el gobierno 98, para obtener la mayoría calificada tendrán que pactar con gente que viene a agitar y a presionar al gobierno para un acuerdo de reestructuración del modelo político en la tradición de las democracias burguesas; el bipartidismo, el negociado, el teatro parlamentario, la compra de votos y el acuerdo por debajo de la mesa será la norma a imponer.
La derecha va avanzando de forma sostenida en su caudal de votos, especialmente en los grandes centros urbanos, donde se concentra la mayoría de la población, mientras que el "chavismo" tiende a estancarse, lo que augura un escenario electoral muy reñido en las elecciones presidenciales de 2012 si no se empujan acciones políticas y reivindicativas de peso para las mayorías mediante salidas radicales y gran movilización popular.
A manera de conclusión
Como conclusión podemos decir que en estas elecciones se consolida la democracia burguesa, con su "pluralismo", se expresa el bipartidismo por medio de dos bloques que pugnan por cautivar a las masas, entra de nuevo la representación de la derecha al parlamento con los aplausos de sectores del gobierno que defienden esa "democracia" que ampara y estimula la conciliación de clases y la cohabitación.
A pesar de este proceso de conciliación, de intentos por adormecer la conciencia verdaderamente revolucionaria y la lucha de clases, la clase obrera, con su partido a la cabeza, los campesinos y los sectores populares cuestionamos esos criterios democrático burgueses, el burocratismo y las prácticas que buscan acallar las contradicciones, la política reformista que excluye a los trabajadores y el pueblo de los verdaderos centros de poder transitando un camino que tiene alto costo para los trabajadores, ya que al no someter a la burguesía le dejan las manos libres para el zarpazo reaccionario y fascista.
La presencia numerosa de diputados opositores va a terminar de dificultar la gestión gubernamental y ocasionar agitación de calle, para presionar al gobierno a llegar a acuerdos y negociaciones utilizando los recursos del Estado, profundizando la corrupción y el chalaneo parlamentario, otra alternativa es la agudización de las contradicciones y la radicalización con movilizaciones de calle presionando al parlamento para que legisle en favor de los trabajadores y el pueblo, mientras se construyen verdaderas estructuras revolucionarias y se avanza hacia la toma del poder.
Los parlamentarios de la derecha van a manifestar desde un primer momento el respaldo a exigencias reivindicativas de forma demagógica, pero jamás irán al fondo del asunto, solo los marxistas leninistas luchamos contra la explotación, por lo que nuestra política debe ser enfrentar a la derecha e iniciar un período de movilizaciones y agitación, haciéndoles frente en la calle, poniéndonos a la cabeza de los reclamos, incorporándole elementos de lucha política.
“el pecado mortal de la II Internacional no consiste en haber practicado en su tiempo la táctica de utilizar las formas parlamentarias de lucha, sino en haber sobreestimado la importancia de estas formas considerándolas casi únicas; y cuando llegó el período de las batallas revolucionarias abiertas y el problema de las formas extraparlamentarias de lucha pasó a primer plano, los partidos de la segunda internacional volvieron la espalda a las nuevas tareas, renunciaron a ellas”.
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