domingo, 18 de agosto de 2024

EDITORIAL AGOSTO 2024

Durante este año 2024 el proceso de agudización de las contradicciones fundamentales de la época se ha acelerado y la guerra como método del Imperialismo decadente para tratar de reanimar su economía e imponer su política ha cobrado nuevas fuerzas, como podemos ver en Europa, África y Asia, donde las guerras y agresiones directas van en ascenso y seguramente en algún momento se conectarán los diferentes teatros de operaciones para dar el salto definitivo a la tercera guerra mundial.

Por ahora el continente americano se encuentra fuera de la confrontación armada entre Estados, porque hay que aclarar que sí hay guerras, pero en los actuales momentos las libra el movimiento popular revolucionario, como en los casos de Colombia, con la dignidad y heroísmo del ELN; algunos restos de las FARC y otros grupos que en ese y otros países trabajan por reorganizar sus fuerzas y sumarse al combate para superar las traiciones, debilidades ideológicas y derrotas militares.

En otros países también es obligatorio combatir para frenar las fuerzas del fascismo que avanzan aceleradamente tratando de impedir la reorganización del movimiento popular revolucionario, neutralizado a sus dirigentes y fuerzas de masas, usando la amenaza directa del Imperialismo y sus lacayos regionales, que cada día quedan más claramente expuestos. Ante esa amenaza, muchos otros pueblos nos organizamos y preparamos para los duros tiempos de combate que sin duda alguna se aproximan.

Las elecciones del 28 de julio en Venezuela han marcado un punto de inflexión, y amenazan con rebasar la medida, mediante un cambio de cualidad, que puede permitir, si es bien interpretado y transformado, avanzar en el camino de la lucha frontal como única vía para recomponer las fuerzas populares y dar un mayor carácter de pueblo al proceso revolucionario venezolano que ha entrado, definitivamente, en un nuevo período, que habrá de ser caracterizado objetivamente, para ajustar la táctica y preparar las próximas formas de lucha. Para perfeccionar la política de apoyo crítico con exigencias y aumentar la participación, realizando las críticas y autocríticas adecuadas, junto a las exigencias necesarias al momento, para definir las nuevas expresiones de apoyo mediante el Frente Popular.

En este momento histórico, en el cual, con la unidad de las fuerzas populares, lograremos derrotar la ofensiva fascista en curso, que para algunos recuerda el inicio de la ofensiva de las hordas fascistas durante el Maidan, no queda más opción que construir las más amplias alianzas nacionales e internacionales para derrotar el plan fascista del bloque imperialista EE.UU.-U.E., saliendo a la calle y construyendo las formas operativas adecuadas, en una gran alianza de defensa de la soberanía nacional, construyendo el Frente Popular cívico militar, para pronunciarse en defensa del pueblo, generando, cómo hicimos después de 1992, en 2002 y otros momentos difíciles, demostraciones de la fuerza del pueblo movilizado contra su enemigo de clase, pasando, con la política de apoyo crítico con exigencias, a dar una lección de acción revolucionaria que pueda permitir aplastar a los fascistas con un gran triunfo de masas,  que después del éxito popular no podrá volver a la vía de la conciliación típica de las direcciones pequeño burguesas y del idealismo que cree en la burguesía, a la que tiene el descaro de llamar "revolucionaria", podrá asumir un papel de vanguardia en la sociedad capitalista, cuando hoy los verdaderos revolucionarios son la clase obrera, los campesinos y comuneros revolucionarios, dispuestos a llevar la lucha hasta el final, no la pequeña burguesía oportunista y vacilante, menos aún la burguesía explotadora, egoísta y pro imperialista.

Queremos ratificar en estos complejos pero auspiciosos tiempos de combate, que si de algo sirve la democracia burguesa y las elecciones a los pueblos revolucionarios y especialmente a los marxista leninistas, es para quitar el velo de neutralidad, definir los campos en pugna y agudizar las contradicciones de clase. Eso está ocurriendo en Venezuela: Las elecciones del 28 de julio están siendo el detonador que abre el nuevo período del proceso revolucionario venezolano, período de confrontación abierta entre los explotados y los explotadores, por una parte; entre los dos bloques imperialistas por otra; y entre las potencias imperialistas y un país dependiente que lucha por tomar sus decisiones y avanzar hacia la liberación nacional rumbo al socialismo.

LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL EN VENEZUELA, FUE UNA BATALLA CONTRA EL FASCISMO Y EL IMPERIALISMO

Por: E. Cañizalez

La jornada electoral en Venezuela, del 28 de julio del presente año, tiene un antes y un después.

Es importante ser objetivo y autocritico, teníamos la percepción en lo particular, que el comportamiento del proletariado antes de las elecciones se percibía una actitud de molestia, descontento en un sector y en otros se percibía la búsqueda de mecanismo de resolver su situación económica, siempre manteniendo su expectativa que la situación pueda cambiar con el apoyo crítico con exigencia. La abstención la veíamos como la reinante, aun cuando las marchas y concentraciones demostraban lo contrario entre ambos factores, no podemos dejar de mencionar que la guerra mediática a través de las redes sociales, al estilo de la maquinaria propagandística nazi fascista, que tuvo su impacto entre un sector  de las masas que incluye a familias de inmigrantes, quienes fueron impactados por las redes sociales y por sus propios familiares, a través de oferta engañosa que si ganaba la derecha, iba a generar condiciones favorables para el retorno de sus familiares, igualmente esa propaganda, también despertó la actitud neurótica (en el aspecto agresivo),  entre un sector de oposición contra el chavismo. Esto ocurrió, como preámbulo a las elecciones, en el cual hubo cambio cuantitativo, con respecto al porcentaje de abstención, sin dejar a un lado la preparación de las guarimbas con la constitución de los comanditos por parte de la ultraderecha.

Tenemos que hacer un reconocimiento, debido al desarrollo y cualificación que experimento el proletariado venezolano durante este proceso electoral, ya que tuvo claro lo que estaba en juego si triunfaba la ultraderecha liderizada por María Corina Machado y el candidato de maletín Edmundo González Urrutia. Hubo durante la jornada electoral, dudas sobre la tendencia en cuanto a los resultados electorales, debido a que pequeños grupos de miembros de los CLAPS y las UBCH, que durante el proceso electoral se voltearon a favor de la oposición, que empezó a generar esa duda y más aún se agudizó con el saboteo de la página del CNE, cuando se dio el anuncio del primer boletín por el presidente del CNE, con el 80% de  los votos escrutadas proclamando al presidente Nicolás Maduro ganador con 51,2% de los votos frente al 44,2% de Edmundo González, sin la publicación en la página por el saboteo antes mencionado y la ultraderecha los que estuvieron en los centros electorales; se abrogaron el triunfo, cantando fraude, y desde primeras horas de la mañana del día 29 de julio asumieron el control de la calle y generaron violencias y muertes de 25 personas, no se puede permitir que los apátridas y cipayos pro yanquis se queden sin castigo por los daños ocasionado durante los días 29 y 30 de julio, tanto a nuestros hermanos de clase como las instituciones.

Este triunfo ya anunciado el segundo boletín con un 97% de los votos escrutadas, el CNE reportó que el presidente Nicolás Maduro obtuvo 51,95% de los votos frente a 43,18% del candidato opositor Edmundo González, demostrando que el proletariado si está ganado para construir el socialismo, por eso no podemos perder de vista, que esos sectores que se mantiene incólume del proletariado que cree y sigue confiando en la política paliativas, emanada por el gobierno del presidente maduro como el sistema de protección social (sistema patria), el 1x10 del buen vivir (VENAPP), su discurso antiimperialista, entre otros, sigue permitiendo que nuestra clase obrera organizada en sindicatos, federaciones entre otros, el campesino pobre y las comunas organizadas y activas, mantuvieran su apoyo, fueron ellos que permitieron el triunfo del presidente Nicolás Maduro, por tal motivo se debe profundizar las exigencias al gobierno bolivariano, haciendo suyo en los hechos la consigna del gobierno Obrero, Campesino y Comunal, en lo concreto dándole poder a la clase obrera para el control de los medios de producción,  los campesinos los recursos y las tierras para la producción y así garantizar la soberanía alimentaria; las comunas permitiendo el control de recursos para el desarrollo y control de los territorios y constituyendo las ciudades comunales.

“Por un Estado Obrero, Campesino y Comunal”


“Nuestra batalla del 28J fue contra el Fascismo, 

el imperialismo y por la construcción del Socialismo”


EDITORIAL JULIO 2024

A pocas horas de un nuevo proceso electoral, el Partido Comunista Marxista Leninista de Venezuela se dirige al pueblo de Venezuela que resiste y lucha contra la agresión imperialista, y en particular al proletariado que ha luchado contra los embates del Imperialismo desde siempre, enfrentando con todas las formas de lucha los diferentes mecanismos de dominación del capitalismo, incluyendo la clandestinidad para construir el partido, la lucha de masas, la lucha legal, ilegal, armada, y en las últimas décadas la resistencia contra el bloqueo económico y la utilización de agentes apátridas para avanzar en sus intereses de tratar de controlar a como dé lugar el poder político y económico, principalmente para apoderarse  nuestros recursos naturales y energéticos.

Nosotros los Marxista Leninistas de Venezuela, hoy a pocas horas de las elecciones del 28 de julio, así como desde hace casi 100 años, desde nuestras formas de lucha, hemos puesto hasta la vida en la acción revolucionaria por lograr el derrocamiento del capitalismo en Venezuela y el mundo, por la construcción del Socialismo y lo seguiremos haciendo siempre, junto al pueblo y con la orientación de la herramienta de análisis y acción propia de los explotados y oprimidos por el capital.

Como hombres y mujeres con conciencia de clase usamos el legado teórico y práctico de Marx, Engels, Lenin y Stalin como guía, adaptándola a las situaciones concretas y de construcción revolucionaria, sin claudicar en nuestros principios ideológicos, por lo que hemos propuesto al pueblo de Venezuela y a los revolucionarios del mundo la política de Apoyo Crítico con Exigencias al proceso político bolivariano y proponiendo un programa definido en que el Estado Obrero Campesino y Comunal es el mecanismo para la dirección del Estado Venezolano en el período construcción del socialismo, además de esto ratificamos nuestra lucha contra el fascismo, que se levanta amenazante en todo el mundo, como lo hizo a principios del siglo XX desencadenando la Segunda Guerra Mundial, el cual hoy se observa reagrupado y vociferando "libertad", cuando lo que pretende es encadenarnos a los intereses de esclavitud y explotación por parte del capital financiero internacional.