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martes, 29 de octubre de 2024

EDITORIAL OCTUBRE 2024

Las guerras propiciadas por el imperialismo y el sionismo que es otra expresión de la descomposición del capitalismo en su fase superior, tienen resultados contradictorios; por un lado, se usan como la fórmula para tratar de salir de la crisis general del capitalismo activando el aparato industrial-militar y por otro, son la forma de destrucción de fuerzas productivas, que por sí misma generan crisis, pero en la realidad se aplican esas medidas porque un pequeño grupo de capitalistas se hacen más ricos, mientras las mayorías nos hacemos más pobres. Esas guerras o amenazas no son por problemas religiosos, absurdos, entre fanáticos, ni tampoco una lucha de culturas; esas son las excusas para atrapar incautos. El problema de fondo en las guerras que hoy se viven es económico: insistimos en que es la lucha entre fracciones de la burguesía imperialista mundial para aumentar sus ganancias, activando el aparato industrial militar y robando directamente las riquezas de otros países.

Esto no es un problema solo de teorías, es una realidad que se vive en todo el mundo, ya que la posibilidad de la guerra, de la violencia debida al avance de la fascistización nos coloca a todos frente a la amenaza de la aplicación de la violencia, del terrorismo fascista, de las ideas más retrógradas existentes durante la historia de la humanidad. 

Los medios masivos de propaganda, que se hacen pasar por medios de "información" juegan un papel muy importante en la construcción y justificación de un discurso que lleva la explotación a niveles extremos, dejando atrás en la realidad el planteamiento de mecanismos de solución de conflictos de nivel internacional o la supuesta defensa de "derechos humanos". En estos momentos se ha impuesto la violencia directa contra países dependientes, y eso es lo que podemos ver en Palestina, Líbano, países de África y otras regiones, donde las naciones imperialistas se ponen de acuerdo para destruir con sus bombas poblaciones civiles enteras, solo con el fin de apropiarse de esos territorios.

La lucha entre el bloque imperialista EE.UU y la U.E versus el bloque China - Rusia cada día se va haciendo más violenta, por lo que el proletariado necesita prepararse rápidamente para responder ante la amenaza inminente del escenario de guerra.

De acuerdo a la teoría y práctica marxista leninista, el trabajo en una política de Unidad, Alianza y Acuerdos con tendencias Antifascistas y Antiimperialistas a escala nacional e internacional, es una de las principales vías para derrotar a esa burguesía de extrema derecha que amenaza con la esclavitud generalizada y el retroceso a épocas superadas con el triunfo de la URSS contra el régimen Nazi-Fascista en los años 40, nos toca estudiar y hacer realidad los planteamientos de nuestros clásicos en momentos cuando la fascistización mundial va en ascenso y muchos pueblos resistimos y luchamos contra ese engendro del capitalismo imperialista.

¡El Socialismo Solo se Construye con Alianza Obrero Campesina en el Poder 

y el Pueblo en Armas!


EL PARTIDO Y EL TRABAJO CON OTRAS CAPAS SOCIALES

Por: J. Jaramillo

Stalin como un gran cuadro bolchevique que combinada la teoría y la práctica revolucionaria y gran forjador del partido marxista leninista tomaba en cuenta el trabajo político con otras a base de esto se coloca la siguiente cita de Stalin titulado “La Revolución de Octubre y la cuestión de las clases medias”.

Dice así en su primer párrafo:

“Constituye una de las cuestiones fundamentales de la revolución obrera. Las capas medias son el campesinado, las gentes modestas y laboriosas de la ciudad. Aquí hay que incluir también las nacionalidades oprimidas que se componen en sus nueve décimas partes de capas medias. Como ven, son estas las capas que, por su situación económica, están entre el proletariado y la clase de los capitalistas." 

El peso específico de estas capas se determina por dos circunstancias, en primer lugar, estas capas representan la mayoría o una minoría considerable de la población de los Estados existentes; en segundo lugar, constituyen esas serias reservas de entre las cuales la clase de los capitalistas recluta su ejército contra el proletariado.

El proletariado no puede mantener el poder sin la simpatía y el apoyo de las capas medias y ante todo el campesinado, en particular en un país como nuestra Unión de Repúblicas.

El proletariado no puede, incluso seriamente, soñar con la toma del Poder, si estas capas no es¬tán por lo menos neutralizadas, si estas capas no han logrado aún desprenderse de la clase de los capitalistas, si constituyen aún, en su mayor parte, el ejército del capital.

El partido marxista leninista por su contenido de clase y su principal trabajo, se ubica con la clase como vanguardia que atrae a otras capas, basándonos en esto el trabajo campesino es de vital importancia por su carácter estratégico en nuestro país, también es importante el trabajo territorial en zona urbana y rurales en las comunas y consejos comunales como embriones del poder popular revolucionario.

Por otro lado, es importante el trabajo con organizaciones democráticas y patrióticas que buscan enfrentar el fascismo y el imperialismo en un país capitalista dependiente, los clásicos dejaron un legado político e  ideológico sobre el trabajo político de masas que enfrenta el sectarismo y oportunismo, logrando el impulso del programa de la clase obrera que es el más avanzado de la sociedad, nuestro partido ha madurado para trabajar con otras organizaciones sindicales, comunales, campesinas, ha dado paso importante en trabajar con organizaciones que no son ml, pero son organizaciones revolucionarias, por eso es necesario seguir avanzando en la construcción del gran frente popular para detener las pretensiones del fascismo de tomar el poder en nuestro país.


martes, 22 de octubre de 2024

RESOLUCIÓN POLÍTICA DEL XVIII PLENO DEL COMITÉ CENTRAL DEL PCMLV, Octubre 2024

Luego del ataque efectuado por las fuerzas armadas de Irán contra territorio israelí podemos decir que el mundo entró en una nueva fase de agudización y expansión de la guerra, lo que va configurando escenarios donde la actividad económica y política se adaptar a una dinámica marcada por la destrucción de las fuerzas productivas, en diversos territorios a nivel mundial obedeciendo a la dinámica impuesta por el capital financiero.

A través de su vocería oficial, el gobierno de Irán ha declarado que la operación militar se ha ejecutado como una respuesta al asesinato del líder de Hizbola, Hasan Nasrala, a mano del ejército de Israel, en una operación militar efectuada violando la soberanía del territorio libanés.

Luego de efectuada la operación se han producido una serie de reacciones, algunas señalando que la responsabilidad de esta escalada de violencia guerrerista es provocada por las posiciones del gobierno de Netanyahu, que se ha propuesto desarrollar una operación exterminio contra algunos pueblos del Medio Oriente.

Es necesario destacar que, muy a pesar de querer responder de la manera más destructiva posible al ataque iraní, el gobierno de Netanyahu se ha visto obligado a tomar las cosas con moderación luego que su principal socio, los EE. UU., le "recomendara" no atacar instalaciones petroleras.

La petición de los EE. UU. tiene su base en que de atacar a Irán, y muy particularmente sus instalaciones petrolera, puede ser muy contraproducente para los negocios de EE. UU. y sus socios, particularmente si ante cualquier ataque desarrollado por el ejército de Israel a las instalaciones petrolera de Irán provocan como reacción una subida muy fuerte del precio del barril de petróleo en un momento en que la demanda crece y que los mismos EE. UU. necesitan del suministro a tiempo de una importante cantidad de petróleo para sostener sus acciones de guerra por parte de sus tropas en diferentes partes del mundo.

El gobierno sionista de Israel recibe así una dura respuesta en la que además quedaron develados una serie de debilidades que en la actualidad presenta el sistema de defensa de Israel.

Además, el ataque se produce en un momento donde se cumple un nuevo año de la operación de las fuerzas de Hamas. Las fuerzas y aliados de los sionistas, días después de que tropas de Hamas efectuaran un ataque en territorio de Israel, el gobierno en boca de Netanyahu, prometió llevar a cabo una operación que, según él, en cuestión de días acabaría totalmente con los focos de resistencia y las tropas dirigidas por Hamas, sin embargo, un año después de iniciar su operación de exterminio, ni ha podido acabar con Hamas y la resistencia palestina, no ha liberado a la totalidad de los rehenes, ni ha podido dominar totalmente el territorio de Palestina. Esto en concreto, constituye una derrota para el gobierno sionista que intentan maquillar con el anuncio de nuevas operaciones militares en otros territorios.

La operación exterminio llevada a cabo por el ejército sionista ya llegado a niveles tan altos de violencia, descaro, y cinismo que algunos socios de Israel empiezan a cuestionarlo, claro está que lo hacen por el hecho de evitar pagar un precio político muy alto por aparecer como cómplices del genocidio contra el pueblo de Palestina; pero además, lo que más interesa a los imperialistas, es que con todo lo que han hecho no han podido desalojar a los palestinos de su territorio  para poder ejecutar los proyectos económicos que el capital financiero se ha propuesto ejecutar allí.

El Frente de Guerra en Ucrania continúa recibiendo grandes inversiones por parte de los círculos imperialistas.

A pesar de que el ejército ruso ha logrado importantes avances territoriales, recuperando algunas localidades, hechos que se han acompañado de reportes sobre grandes cantidades de bajas en las tropas ucranianas, los círculos imperialistas que se mueven en torno de los EE. UU.- UE – OTAN, han respondido con un nuevo paquete de ayuda financiera y militar con el propósito de mantener la capacidad operativa del ejército de Ucrania y la gran cantidad de mercenarios que han unido por negocio.

Es clara la disposición de los círculos imperialistas en continuar y expandir la guerra, pues para ellos se trata de un gran negocio donde los pueblos van a cargar con las consecuencias terribles que comporta el desarrollo de este fenómeno, mientras las corporaciones conformadas en el marco de los intereses del capital financiero obtienen enormes ganancias económicas.

Más inversiones multimillonarias han sido aprobadas para sostener la guerra, lo cual sustenta el negocio del complejo industrial militar, que además echa mano de sus agentes políticos para avanzar en la implantación de una actividad económica ajustada a la dinámica y condiciones de guerra.

Otro elemento a tomar en cuenta es que, al expandirse y agudizarse la guerra a otros territorios, la consecuencia inmediata es la multiplicación del número de personas desplazadas.

La población desplazada, además queda por vía de fuerza, sometida en gran parte a los intereses de las corporaciones imperialistas que manejan el negocio del narcotráfico, trata de personas, contrabando y ventas de órganos, entre otras.

Las organizaciones mafiosas que al fin de cuentas responde a los intereses de los consorcios capitalistas ven en la población inmigrante una fuente de materia prima para sus negocios, por lo que han perfeccionado todo un sistema de funcionamiento para aprovechar en favor de sus ganancias una de las consecuencias de las guerras que ellos mismos promueven. Como podemos ver, todo un negocio redondo.