Por: J. Blanco
a) Los movimientos migratorios
del proletariado en el mundo, que coloca a la fuerza de trabajo en condiciones
de “ilegalidad burguesa”, tributo aprovechado al máximo por los explotadores
para imponer salarios, condiciones trabajo y condiciones de vida sin ningún
tipo de reclamo ni de exigencia por los explotados.
b) El auge del fascismo y de
gobiernos de derecha y ultraderecha que imponen políticas neoliberales de
desregulación de los derechos laborales, eliminación de convenciones colectivas
de trabajo y de las organizaciones sindicales, desprotección social, precariedad
de las condiciones de trabajo y bajos salarios.
c) Bajo perfil de lucha del movimiento sindical, tanto en el plano reivindicativo, como en el plano político e ideológico.
La situación de la clase obrera,
como destacamento de vanguardia en la lucha del proletariado por la
transformación revolucionaria de la sociedad y la construcción del socialismo,
se encuentra muy golpeada. Los niveles de desorganización y desarticulación del
movimiento obrero internacional y nacionales, marcan el bajo perfil de lucha
que hoy presenta la clase obrera, por lo que se convierte en una tarea
histórica en la actual coyuntura el reimpulso de todas las formas organizativas
del proletariado, el reagrupamiento y encuentro de los elementos de avanzada en
el movimiento obrero que permitan recuperar el papel histórico de la clase
obrera en la lucha contra el capitalismo. Re politizar a las masas obreras y
sus dirigentes en las orientaciones del Marxismo Leninismo, como teoría y
práctica del proletariado para avanzar con conciencia de clase y alcanzar los
objetivos históricos de una sociedad socialista, con nuevas relaciones sociales
de producción, donde el desarrollo de las fuerzas productivas esté al servicio
de las necesidades materiales y espirituales de los pueblos del mundo es la
gran tarea. El reimpulso de la clase obrera como vanguardia del proceso
revolucionario, en unidad con sectores campesinos, comunales y movimiento
popular en general, es el camino para hacer frente al imperialismo y
particularmente al fascismo como instrumento de la oligarquía financiera
mundial.
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