domingo, 26 de abril de 2015

La lucha contra el revisionismo y el oportunismo es una tarea del partido del proletariado



Por: Rosa Rojas.
Acero Revolucionario N° 32.

El Marxismo que sirve en forma directa a la educación y organización de la clase de vanguardia de la sociedad moderna, señala las tareas de esa clase y demuestra la sustitución inevitable, en virtud del desarrollo económico, del régimen actual por un nuevo orden, que es el socialismo como etapa de transición hacia el comunismo.

Durante el primer medio siglo de su existencia (desde la década del 40 del siglo XIX) luchó contra teorías que le eran profundamente hostiles. En la primera mitad de la década del 40, Marx y Engels ajustaron cuentas con los jóvenes hegelianos radicales, cuyo punto de vista era el del idealismo filosófico.

El revisionismo iba a remolque de la "ciencia" académica burguesa y se arrastraba tras los neokantianos quienes reproducían las tesis idealistas más reaccionarias de la filosofía de Kant. Bajo la consigna de "retorno a Kant", los neokantianos combatían el materialismo dialéctico e histórico, trataban de conciliar la ciencia con la filosofía idealista de Kant, rechazaban la admisión de leyes objetivas de la sociedad. Los revisionistas se hundían tras ellos en el pantano del envilecimiento filosófico de la ciencia, sustituyendo la dialéctica por la "simple" (y pacífica) "evolución”. 

A fines de esa década, en el campo de las doctrinas económicas pasó a primer plano la lucha contra el proudhonismo, Marx y Engels dieron una lucha profunda contra las propuesta de los anarquista en el seno de la primera internacional. 

En cuanto al plano económico, se debe resaltar que las "enmiendas" de los revisionistas eran muchísimo más multifacéticas y minuciosas; se trataba de sugestionar al público con "nuevos datos sobre el desarrollo económico". Eugen Böhm-Bawerk, se oponía a la teoría marxista de la plusvalía, afirmaba que la ganadería surge como diferencia entre la valoración subjetiva de los bienes actuales y la de los futuros, y no como resultado de la explotación de los obreros por los capitalistas. Encubrían así las contradicciones del capitalismo, tratando de distraer la atención de la clase obrera de la lucha revolucionaria. 

En la esfera política, el revisionismo intentó distorsionar realmente los fundamentos del marxismo, o sea, la teoría de la lucha de clases. La libertad política, la democracia, el sufragio universal -- nos decían los revisionistas -- destruyen el terreno para la lucha de clases y desmienten la tesis científica del Manifiesto Comunista de que los obreros no tienen patria. Puesto que en la democracia prevalece "la voluntad de la mayoría", según ellos, no se debe considerar al Estado como órgano de dominación de clase ni negarse a establecer alianzas con la burguesía progresista, social reformista, contra los reaccionarios. Es indiscutible que estas objeciones de los revisionistas se reducían a un sistema bastante armónico de concepciones, a saber: las bien conocidas concepciones liberal burguesas. 

Los liberales han dicho siempre que el parlamentarismo burgués destruye las clases y diferencias de clase, ya que todos los ciudadanos sin distinción gozan del derecho a votar e intervenir en los asuntos de Estado. Con las libertades "democráticas" del capitalismo, las diferencias económicas, lejos de atenuarse, se acentúan y agravan. El Parlamentarismo no elimina, sino que pone al desnudo el carácter innato de las repúblicas burguesas más democráticas como órganos de opresión de clase. El parlamentarismo no contribuye a la eliminación de las crisis y revoluciones políticas, sino a la agudización de la guerra civil durante esas revoluciones.

Posteriormente Lenin dio una lucha profunda contra los elementos oportunistas, promocionados por Bernstein, vemos que en sus artículos publicados bajo el título general "Problemas del socialismo" (1897-1898) sometió a revisión los principios básicos del marxismo como filosofía, como economía política y como teoría del socialismo científico, Bernstein, renuncia a la solución consecuentemente materialista del problema de la filosofía. Para Bernstein, el socialismo no era más que un ideal ético. Defendía y propagaba la teoría de la extinción de la lucha de clases y admitía como único objetivo de los trabajadores, la lucha por pequeñas reformas en el marco del capitalismo, 

Lenin también dio una lucha profunda contra las propuesta de kautsky en el seno de la segunda internacional, la cual posteriormente degeneró, apoyando a la primera guerra mundial, Lenin luchó contra kautsky con respecto a la propuesta del Estado y en cuanto a la cuestión de la dictadura del proletariado, ver "La revolución proletaria y el renegado Kautsky" de Lenin. 

De igual forma, Lenin lucho contra los mencheviques en cuanto a la naturaleza del partido del proletariado, los mencheviques afirmaban que cualquier persona debía formar parte del partido, en cambio Lenin planteaba que el partido debería ser de cuadros que dirigieran el movimiento revolucionario, 

Otro luchador revolucionario fue Stalin, que dio una férrea lucha contra los traidores trotskistas dentro del partido, los cuales negaron que el socialismo fuera posible en un solo país y que la revolución se haría en el eslabón débil de la cadena imperialista.

Luego de la muerte de Stalin, en 1953, el revisionismo floreció en gran parte de los partidos de la III Internacional con la traición de Nikita Jrushchev y compañía en el XX congreso del PCUS. Los jrushevistas revisaron las tesis marxistas leninistas de la lucha contra el imperialismo, a la que opusieron la lucha de los pueblos por la paz; la teoría de la lucha de clases, sustituyéndola por la absolutización de la vía parlamentaria y el oportunismo electoral, entre otras deformaciones que condujeron al retorno al capitalismo de los países integrantes del campo socialista.

La lucha contra el revisionismo correspondió en esa etapa a Enver Hoxha, quien dio una lucha implacable, denunciando y acusando las desviaciones de los partidos comunistas tradicionales.

Luego del derrumbe de la URSS, la lucha contra el revisionismo pasó a manos de los partidos integrantes de la conferencia internacional de partidos y organizaciones marxistas leninistas (CIPOML), donde se agrupan los partidos de nuevo tipo, que llevan adelante la lucha por la nueva sociedad.

2 comentarios:

el anzuelo en el zapato dijo...

Estos magnificos analisis marxistas no pueden quedarse solo en la página de Aacero Revolucionario. Tenemos que hacerlos llegar al proletariado por diversas vias organizando al partido Marxista Leninista de Venezuela en todos los estados de Venezuela

el anzuelo en el zapato dijo...

El revisionismo jhruschviano, dejó su impronta en la izquierda latinoamericana que se hace llamar comunista