jueves, 31 de enero de 2013

Con la clase obrera, se garantiza la Revolución Social

Por: Jesús Guzmán.
Acero Revolucionario N° 19


La ofensiva mediática desarrollada por la reacción, nacional e internacional contra el pueblo venezolano, tras ser conocida la delicada situación de salud del presidente Hugo Chávez, es una muestra más, de las tenebrosas apetencias terroristas de quienes operan los planes políticos de la derecha. 

El acaparamiento, la especulación, el desabastecimiento, la zozobra, el clima de incertidumbre, manipulación y engaños que se han dedicado a crear estos títeres, tienen como fin último, desestabilizar la templanza revolucionaria que por catorce años consecutivos ha dado el pueblo explotado al proceso bolivariano, que el pasado 7 de octubre reeligió al Presidente Chávez y conquistó la victoria en 20 de los 23 estado del país en las últimas elecciones regionales del 16 de diciembre. Hecho que demuestra categóricamente el sendero de cambio por el que ha apostado la mayoría de los oprimidos y excluidos de nuestra nación. 

Este nuevo escenario de lucha de clase, donde los medios de comunicación privados son acérrimos defensores de los burgueses contra el proletariado, y tratar de revertir las conquistas alcanzadas en la última década por los trabajadores, nos plantea la urgente tarea de trasformar nuestro proceso, para que trascienda el marco político burgués y sus funciones como aparato del Estado capitalista al servicio de los burgueses, hacia la revolución social, y su Estado democrático proletario, a la creación del Estado socialista auténtico. 

Con sus señales económicas, políticas y sociales claras, con democracia para todos los trabajadores, sin las impunes y cobardes guerras sociales y psicológicas, económicas y políticas con que actúan los enemigos del pueblo venezolano. La etapa que por decisión popular nos pertenece, de profundización revolucionaria hacia el socialismo, estará marcada por un largo proceso de lucha, que amerita la unidad, el compromiso y la actuación real y organizativa del proletariado en general y de la clase obrera en particular. 

Necesaria e impostergable es la participación de los obreros y campesinos en esta etapa, la resistencia burguesa, solo será derrotada plenamente con la alianza obrero campesina. Basta de ingenuidades infantiles, impulsadas por los neo-socialistas y reformistas pequeños burgueses, que pretenden por todas las vías detener la rueda de la historia, separando a la clase obrera de su responsabilidad en la construcción política, económica del socialismo, en su condición vanguardista frente a teorías engañosas y traidoras. 

Es por ello que nuestro partido, afianza y desarrolla la organización clasista y proletaria, única garantía de triunfo frente al imperialismo. Y convencidos de la justeza de nuestro planteamiento, apoyamos y acompañamos la defensa del proceso bolivariano y movilizamos nuestras fuerzas contra el enemigo principal, los capitalistas, fascistas y conspiradores, contribuyendo al desmontaje de falsas teorías de viejo proceder, que pretenden hacer cohabitar a los obreros explotados con los capitalistas en santa paz, mientras son expoliados y asesinados por sus mercenarios. 

La unidad es de los revolucionarios contra los burgueses, de los patriotas contra los vende patria, no podemos conciliar con el enemigo, debemos trabajar por la unidad de las fuerzas revolucionarias para darle el zarpazo definitivo a la reacción y abrir el sendero de la revolución. 

El socialismo solo se construye con la alianza obrero-campesina en el poder y el pueblo en armas.

miércoles, 30 de enero de 2013

Editorial Acero Revolucionario N° 19, febrero de 2013

Órgano interno del Comité Central del PCMLV

La crisis provoca terribles consecuencias, en especial para la clase obrera y los pueblos, empujando a las masas a luchar contra las políticas explotadoras de los imperialistas y sus socios nativos. Las masas populares se movilizan, reclaman, y se preparan para la confrontación en todos los rincones del planeta, a veces de forma inconsciente, dejándose llevar por el expontaneísmo. 

Los marxistas leninistas sabemos que es inevitable la confrontación directa, los pueblos intuyen lo que viene, como expresión de la lucha de clases, que con todos sus matices va desde la lucha reivindicativa, hasta la guerra civil. La burguesía imperialista también lo sabe, por eso toma la iniciativa y propicia las guerras de agresión en su proceso de un nuevo reparto del mundo, esto no es un juego de niños, es la violencia más descarada del capital contra el trabajo, de los países imperialistas contra los países dependientes, para someterlos antes de que inicie su verdadera organización. 

La burguesía, que analiza y estudia la historia, con sus especialistas e ideólogos sabe que en estas situaciones el proletariado, los campesinos y los pueblos nos organizamos para tratar de no seguir siendo esquilmados, creándose las condiciones para la confrontación de clases y con ella la violencia, por eso aumentan los gastos militares a escala mundial, se vuelve más cotidiana la represión y se generan intervenciones armadas en todas las regiones del mundo. 

Es evidente el aumento, directo e indirecto, de la violencia, la represión, intervenciones imperialistas y guerras de agresión, lo vemos en Europa donde las masas se agitan en las calles siendo reprimidas con saña, en América hay movimientos que miran hacia la izquierda, plagados de reformismo y populismo, pero de signo progresista en comparación con el gran retroceso general. Pero en algunos países como Colombia, México y Chile la ofensiva antipopular de la derecha es cada vez más agresiva; en África y Asia la ofensiva imperialista es abierta y descarda, sometiendo a la destrucción a países y regiones enteras. 

No podemos perder de vista el formato aplicado en Libia, Siria y ahora en Malí, donde la intervención ha iniciado partiendo de reclamos de algún sector minoritario de la población, que han sido transformados en acciones violentas con apoyo externo de grupos paramilitares del extremismo islámico y de fuerzas de la OTAN. 

Valorando esos acontecimientos, en la fase imperialista del capitalismo, el inicio de acciones militares para garantizar ventajas en el nuevo reparto del mundo, los sucesos que se desarrollan en Venezuela deben ser analizados y seguidos con mucha precisión y seriedad. No podemos dejar de hacer exhaustivo seguimiento a la salud de Chávez, a las decisiones del gobierno y a las acciones que el imperialismo adelanta por medio de sus voceros internacionales o por intermedio de la burguesía nativa pro-imperialista. 

A pesar de la seguridad que significa el gobierno de Venezuela para el suministro de petróleo a EEUU, no podemos descartar acciones para debilitar a las fuerzas de gobierno, especialmente cuando el presidente se encuentra en una difícil situación de salud. 

Seguramente, los imperialistas han desarrollado planes intervencionistas en lo político y militar para tratar de aprovechar las circunstancias y tener el máximo control antes de actuar contra nuestro país. La resistencia en Siria, la posición de China y Rusia, la solidaridad latinoamericana con el gobierno venezolano y la unidad popular, además de los acuerdos de acción común de los voceros del alto gobierno, son variables que toman en cuenta antes de lanzarse abiertamente contra Venezuela. 

Las informaciones que pueden obtenerse y las conclusiones a las que se puede llegar refieren pocas probabilidades de que Chávez vuelva a asumir a plenitud las labores presidenciales, lo que pudiera significar nuevas elecciones en este año 2013, para lo cual, el vicepresidente Nicolás Maduro ha sido designado por el mismo Chávez como sucesor ante cualquier eventualidad. Esto sigue siendo una hipótesis que se confirmará en los próximos días o semanas. 

La posibilidad de una crisis política o económica a lo interno será la carta principal de los imperialistas. Promover el desabastecimiento de alimentos y productos de primera necesidad, el aumento de precios, la especulación, el sabotaje eléctrico, la violencia indiscriminada, las protestas callejeras de los jóvenes de derecha, serán elementos que pueden ser detonante de acciones internacionales a gran escala para crear las bases del escenario intervencionista. 

Es importante mencionar como se han exacerbado las concepciones religiosas, el idealismo más elemental, buscando explicaciones metafísicas a la enfermedad, su evolución y el desenlace, lo que a pesar de generar un efecto de gran apoyo a Chávez y al gobierno, con saldos políticos positivos para este, al tocar las fibras más sensibles del pueblo, representa un atraso en la lucha contra concepciones anticientíficas. 

Las informaciones sobre el estado de salud han sido dadas por voceros del gobierno sin calificación médica, voceros políticos que se han esmerado en dar opiniones, tratando de expresar su idea de lo que ocurre, pero que no llenan las expectativas de la población por conocer el real estado de salud del presidente, creando esperanzas en una “sanación milagrosa”, mientras en la oposición se tejen las mas morbosas especulaciones, propiciando todo tipo de mitos. 

Rezar por la sanación, y agradecer al mundo por las oraciones, aunque demuestra un alto grado de amor y piedad, no refleja ni contribuye a la elevación de la conciencia política, lo ideal es aprovechar esta situación para explicar al pueblo lo que es el cáncer, sus consecuencias y formas de prevención, siendo solidarios, al evitar enfermedades. 

Para cualquier revolucionario el mejor reconocimiento no está en oraciones y ritos, está en seguir su ejemplo, en profundizar la lucha, y lograr los objetivos planteados, en este caso realmente construir el socialismo y derrotar la reacción y el reformismo. 

Nuestro compromiso solidario con Chávez lo expresamos al profundizar la lucha, enfrentar al imperialismo, la burguesía, la burocracia corrupta y a los funcionarios farsantes e ineficientes que son una traba para una verdadera revolución, sólo la fuerza organizada de la clase obrera, los campesinos y el pueblo en armas serán garantía de esto. 

El socialismo sólo se construye con la alianza obrero campesina en el poder y el pueblo en armas.

sábado, 26 de enero de 2013

RESOLUCIÓN DEL XVIII PLENO DEL CC DEL PCMLV

Finalizó el año 2012 con noticias de los estragos que la crisis del capitalismo causa a las principales economías del mundo. Tal como abrió el año, y como se ha hecho costumbre desde 2009, noticias sobre la profundización de las calamidades que las mayorías explotadas y oprimidas experimentan en los diversos países, y sobre la tendencia al estancamiento de la economía mundial, son la cotidianidad. 

Hay claras evidencias de que el mundo atraviesa por una situación de crisis en lo económico, político y social que deja al desnudo la incapacidad del sistema capitalista de poder responder a las necesidades de las mayorías explotadas y oprimidas, Crisis General del Capitalismo que se viene desarrollando durante décadas y que se entrelaza con diversas crisis cíclicas, en regiones del mundo, y sectores económicos, que no terminan de recuperarse cuando aparece de nuevo en otra región o sector. 

Así comenzaba este año, y termina de peor manera, para entregar esta herencia nefasta al 2013, incluso podemos decir que en casos como el de España y Grecia al cierre del año las condiciones de la mayoría de la población se han pauperizado, dejando como resultado cada vez más desempleo, más explotación y medidas perjudiciales para el proletariado en general. 

En el panorama político mundial se presentaron hechos que fueron impulsados y acelerados por las manifestaciones de la crisis general del capitalismo y por las crisis cíclicas. Por ejemplo en Europa vivieron constantes movilizaciones populares que tomaron las calles con el objetivo de manifestarse en contra de las medidas de austeridad impuestas por los gobiernos lacayos. Estas acciones de movilización se circunscribieron al ámbito de las reivindicaciones dentro del sistema, con mucho énfasis, por parte de los organizadores, en no violentar los marcos legales, dejando en claro a su vez la fuerte influencia de los sectores pequeño burgueses en estos movimientos. 

Las direcciones socialdemócratas, a pesar del matiz de reclamo, y frases “izquierdistas”, son un freno para objetivos más trascendentales, ya que se sustentan sólo en reformas superficiales al sistema político económico, en reclamos economicistas que hacen coincidir las aspiraciones de la aristocracia obrera, con los sectores más acomodados dentro de la estructura social burguesa, lo que plantea la necesidad de que los marxistas leninistas, en la realidad concreta, nos pongamos a la cabeza de estos conflictos y manifestaciones para imprimirle una concepción política. 

Es cierto que hemos denunciado la debilidad que significa para la clase obrera, los campesinos y el pueblo que la socialdemocracia se ponga a la cabeza del movimiento de protestas, pero esto no es suficiente para el movimiento revolucionario internacional, sólo en la medida que avancemos y desplacemos a los reformistas crearemos las condiciones para que sea la dirección revolucionaria la que realmente se imponga en las acciones llevadas a cabo por las masas, y las luchas se enrumben hacia la senda revolucionaria, destruyendo el sistema de explotación capitalista; única solución verdadera y definitiva para los oprimidos del mundo. 

Como consecuencia de la crisis se generaron reacciones donde los pueblos optaron, en algunos países, por votar en favor de organizaciones y partidos que se presentaban como de izquierda, esto con la esperanza de obtener cambios en las condiciones de vida. Sin embargo las esperanzas de estos pueblos fueron disipadas en poco tiempo, pues los intereses burgueses fueron los que privaron en las decisiones de estos nuevos mandatarios, tal es el caso de Francia y Grecia. Quedó demostrado con esto que no hay soluciones satisfactoria posible para las mayorías dentro del capitalismo, independientemente de lo moderado o frontal con que se apliquen las medidas de ajustes; para los capitalistas (neoliberales o socialdemócratas) el debate es sobre la velocidad e intensidad de las medidas para reformar el sistema y aumentar las ganancias de las grandes empresas, para nosotros la salida está en destruir este sistema y satisfacer las necesidades de las mayorías. 

Quedó demostrado también que las organizaciones socialdemócratas son incapaces de llevar al proletariado al triunfo, ni siquiera coyuntural, mucho menos hasta el final. Se ratifica que los reformistas y revisionistas hacen todo lo que esté a su alcance para conciliar, sostener el capitalismo, manejando un discurso populista, supuestamente “revolucionario” y por ende su función es engañar y traicionar los intereses del proletariado. 

La experiencia de este año nos llama a los revolucionarios a pugnar intensamente por intervenir en la dirección política de las acciones que efectúan los pueblos en contra del capitalismo mundial, debemos denunciar a la burguesía y sus agentes en los diferentes escenarios, fortalecer nuestros partidos, consolidar la propaganda y la agitación, la difusión de nuestros programas, poner en manos de las masas nuestros programas de lucha, consolidar frentes comunes con otras organizaciones combativas para organizar la revolución, el 2013 plantea un reto fundamental. 

Las vacilaciones de los reformistas y revisionistas dejan como resultado profundas decepciones entre los trabajadores y sectores populares en general, solo la dirección consecuente, revolucionaria e identificada con los intereses de los trabajadores, que debe ejercer un partido marxista leninista, puede conducir de manera acertada y precisa la lucha revolucionaria del proletariado. 

Ante la debacle de las coaliciones y partidos de la derecha, la izquierda obtuvo victorias parciales en las elecciones efectuadas en algunos países; sin embargo es de tener en cuenta que lejos de profundizar sus acciones para avanzar en la lucha revolucionaria, los socialdemócratas, en el espíritu reformista y revisionista que les caracteriza, realizan acciones que en nada favorecen los intereses del proletariado. 

Durante 2012 se expresó con claridad un fenómeno altamente peligroso, en este sentido vimos como ciertos sectores sociales optaron por plegarse a la propuesta de la ultraderecha, abriendo las puertas para el posible fortalecimiento de posiciones y propuestas fascistas, tal es el caso de amanecer dorado en Grecia. Esta situación se explica porque los grupos de orientación fascista aprovechan la situación de desespero en que está sumergida parte de la población para desviar atención de los reales intereses de los trabajadores, en este sentido culpan a tal o cual grupo étnico o migrantes, de las terribles situaciones que está pasando. 

Como ejemplo tenemos la propaganda de algunos gobiernos inscritos en la Unión Europea que se atrevieron a manifestar que los estragos de la crisis se deben a que no es posible atender a inmigrantes o refugiados, pero además se les acusa de hacerse de puestos de trabajos, y utilización de servicios públicos, que según ellos corresponde a los naturales de esos países. 

Posiciones como estas solo reafirman las artimañas que los burgueses están dispuestos a realizar para confundir al proletariado, intentan crear conflictos en el seno de la clase obrera de los distintos países, esto debe ser rechazado de manera contundente. 

Es necesario abordar el caso de Siria. Este país viene siendo escenario de la agresión de fuerzas reaccionarias apoyadas por los países imperialistas quienes pretenden hacerse de los recursos energéticos con que cuenta este país. 

La situación Siria ratifica las tesis marxistas leninistas sobre la lucha por el nuevo reparto del mundo ya repartido como una premisa del imperialismo. Stalin en un escrito titulado: Agravación de la situación política en los países capitalistas dice: “La intensificación de la lucha por los mercados exteriores , la eliminación de los últimos vestigios del comercio libre, los aranceles prohibitivos, la guerra comercial, la guerra de las divisas, el dumping y otras mucha medidas análogas, demostrativo de un nacionalismo extremo en la política económica ha exacerbado al máximo las relaciones entre los países, han preparado el terreno para colisiones militares y puesto a la orden del día la guerra, como medio para proceder a un nuevo reparto del mundo y de las esferas de influencia en favor de los intereses de los Estados más fuertes” . 

Lo que sucede hoy en África del norte y en el medio oriente no es más que la manifestación de la lucha por ese nuevo reparto, expresado en las acciones de las potencias imperialistas para hacerse de los recursos que necesitan, para tratar de superar momentáneamente la situación de crisis. La guerra es un recurso al que acuden los imperialistas para apropiarse de las materias primas y territorios de determinados países en favor de las grandes corporaciones capitalistas, a la vez que activan su aparato económico por medio del complejo industrial militar y los procesos de “reconstrucción” de los países devastados por medio de sus guerras de agresión, activadas cuando se agudiza la crisis y los medios “pacíficos” dejan de ser útiles. 

Es pues esta la acción propia de una burguesía imperialista que ha lanzado su ofensiva contra pueblos independientes, empleando para esto la guerra. Fuimos testigo de la agresión imperialista contra Libia, donde las reservas internacionales de este país fueron robadas de manera descarada por los imperialistas quienes utilizaron todo su arsenal bélico contra esta nación, para cohonestar esta ofensiva inmoral utilizan la maquinaria de propaganda puesta a su disposición, montan escenarios falsos, desarrollan toda una campaña de difamación y señalamientos contra el país que han escogido como víctima, creando el escenario propicio para la pasividad cómplice de las masas de consumidores de “noticias”. 

La agresión a Libia y a Siria además nos expone de manera clara el formato de operación que en estos momentos desarrollan en diferentes escenarios los imperialistas; Se aprovechan de acciones que protagoniza algún sector social particular en lucha por sus derechos para introducir mercenarios, que transforman estos hechos en guerras reaccionarias, montadas desde sus aparatos de propaganda y guerra psicológica, apoyan financiera, logística y militarmente las invasiones, primero clandestinas y luego abiertas, pero además todo el desastre que han suscitado lo esconden tras la fachada de la lucha étnica, religiosa o democrática de los pueblos, manipulando descaradamente y utilizando las más atroces técnicas criminales y de guerra sucia sin ningún rubor. 

Así mismo hemos sido testigo de los continuos ataques contra el pueblo palestino, vemos como los voceros sionistas se regocijan al dar el parte de la cantidad de niños mujeres y hombres asesinados por los bombardeos efectuados por el ejército israelí con el apoyo de toda la estructura mediática imperialista. El pueblo palestino continúa su lucha de resistencia, enfrenta la acción genocida de un gobierno apoyado de manera abierta y descarada por los EEUU. Tal desigualdad en medios y recursos no han mermado la lucha del pueblo palestino, el cual recientemente obtuvo una victoria diplomática al ser reconocido como Estado por la ONU, es un paso aunque no suficiente. En este sentido nuestro partido aboga por que el pueblo palestino pueda avanzar en su lucha por su liberación, por conquistas democráticas y populares. Es claro que los imperialistas no cesarán los ataques, continuarán sirviendo la mesa para futuras masacres las cuales se hacen en nombre de la “libertad”. 

En el continente americano continúan las contradicciones propias del imperialismo: La opresión que soporta toda la región por parte de los EEUU, la UE y la penetración de China y Rusia marcan, aún de forma pacífica y sutil, la lucha entre los países imperialistas por controlar la región a futuro. 

También la crisis tiene expresiones a lo interno de los EEUU; las terribles situaciones que viven millones de norteamericanos se continúan profundizando, son cerca de 12, 5 millones de personas que tienen más de 6 meses sin empleo alguno. Esto por supuesto hace posible que por la desesperanza, y por la carga inmensa de violencia generada para distraer y manipular, la gente busque como darle respuesta a las situaciones que vive de una manera a veces fuera de toda normalidad, dentro del marco de la locura, el fanatismo y la violencia. 

En este sentido, debemos mencionar que un sistema en descomposición, donde la miseria se hace presente en la vida de millones de personas, mientras se hace gala de la mayor opulencia exhibicionista, donde los intereses de una ínfima minoría explotadora privan por encima del interés colectivo, que tiene entre una de sus máximos exponentes a la sociedad norteamericana en la cual el 90% de la población posee un arma, que en su mayoría utiliza con criterios de supremacía, para fines que nada tienen que ver con el interés social, no es extraño que sucedan hechos como las recientes masacres ocurridas en ese país. El estado de enfermedad mental al que puede llevar el capitalismo queda reflejado en los protagonistas de estos hechos, personajes que han perdido el sentido de la vida, la capacidad de construir colectivamente soluciones ante los problemas comunes que se presentan. Estos sicópatas son pues en su mayoría una creación propia del sistema capitalista. 

En México es necesario hablar de la represión, desatada primero con la excusa de la “lucha contra el narcotráfico”, que generó miles de muertos, habiéndose comprobado que el tráfico de armas provenía de los EEUU, quienes desataron una guerra entre los diferentes carteles de drogas para tomar control de este inmenso mercado. Esta militarización de la sociedad mexicana, se expresó también en la represión contra aquellos manifestantes que denunciaban fraude en las pasadas elecciones, nos demuestra como la burguesía se impone a sangre y fuego para preservar sus intereses económicos y políticos. Ante esto el proletariado y los sectores populares en general profundizan la organización, y pugnan por no dejar en manos de dirigentes reformistas y conciliadores la dirección de la lucha que, en el futuro, debe continuar con mayor contundencia. 

Como un hecho sobresaliente en Latinoamérica tenemos el proceso de diálogos entre el gobierno colombiano y las FARC. Nuevamente las expectativas de posibles acuerdos políticos aparecen en el escenario de este país, en este sentido vemos la disposición de las FARC en avanzar, demostrado en las acciones concretas. Queremos destacar que aún cuando sigue existiendo una cruda confrontación, cuando varias veces en la historia de ese país los sectores del gobierno han tomado decisiones que atentan contra las iniciativas de acuerdo, incluso asesinando y hostigando a la dirigencia revolucionaria, ha sido la insurgencia la que ha dado un paso al frente para continuar enfrentando la visión represiva de los factores de poder en Colombia, que han tenido siempre el plan de destruir las organizaciones revolucionarias, pero han chocado con la decisión de un pueblo reprimido por siglos por la burguesía mas pro imperialista y sometida a los EEUU. 

Hay que identificar en el conflicto colombiano una situación que expresa la más aguda lucha de clases, por lo tanto hay que entender que no puede haber paz mientras se masacra al pueblo, se expulsa a los campesinos de sus tierras, se entregan estas por medio de la más cruel violencia paramilitar, legal e ilegal, a las transnacionales, se aumenta la miseria de la mayoría, se deja a los campesinos sin medios de producción, se llevan al estado de poseer sólo su fuerza de trabajo, y luego se explotan como obreros en la peor condición, mientras los factores mafiosos, traficantes de drogas ilícitas, contrabandistas y paramilitares siguen dirigiendo la vida del país. 

La lucha de la insurgencia y en general del pueblo colombiano hoy más que nunca tiene una enorme vigencia, los elementos que motivaron la formación de las organizaciones guerrilleras en este país hoy se han profundizado a través de un gobierno lacayo y entregado por completo a los intereses del imperialismo. Por eso entendemos los procesos de negociación como un hecho relacionado a la misma guerra donde además de la acción militar directa se expresa la negociación como arma política y de propaganda, donde cada una de las partes trata de sacar el mejor provecho, mientras se prepara para un nuevo ciclo de recrudecimiento de la guerra. 

En estos momentos el gobierno pro-imperialista de Santos busca llegar a un acuerdo para posesionarse de zonas hoy ocupadas por la guerrilla para explotar sus recursos, por eso el tema de la tierra juega un papel fundamental en la negociación y la insurgencia actúa como destacamento armado de los oprimidos, en zonas donde la violencia explotadora de la burguesía busca reinar a sus anchas. 

Abogamos porque el proceso de negociaciones que se desarrollan en los actuales momentos permita concretar resultados que beneficien el avance de las propuestas de cambio, el avance del pueblo colombiano en su lucha contra la miseria del capitalismo dependiente pro-yanqui y la posibilidad de abrir al mundo un mejor conocimiento del por qué de la lucha histórica de los revolucionarios colombianos. 

Esperamos que las organizaciones insurgentes colombianas (FARC, ELN Y EPL) puedan generar procesos de unidad, como en tiempos de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, para avanzar en el aprovechamiento de las fuerzas existentes en beneficio de las mayorías explotadas. 

En toda la región se va observando la concentración de inversiones por parte de los diversos grupos imperialistas, con un auge importante de China y Rusia en los últimos años, que ven la posibilidad de grandes inversiones, estos, lo mismo que EEUU y la UE ven nuestro continente como ese territorio a repartirse, bien sea por la vía de acuerdos con los gobiernos o por asociación con grupos económicos nativos, recurriendo en muchos casos a métodos ilícitos, sobornos y violación de las leyes, recurriendo, si lo necesitan, a la violencia, desplazando campesinos, ocupando sus tierras, arrasando con los recursos naturales, por medio de la minería a cielo abierto, entre otras modalidades, sin importar para ello la vida de nativos, obreros, y campesinos. 

Venezuela. 

Es necesario referirnos al panorama político que queda después de efectuadas las elecciones de gobernadores y legislativo regional en nuestro país. Se confirma la hegemonía del chavismo a nivel nacional, 20 de las 23 gobernaciones fueron ganadas por el PSUV, incluyendo plazas electorales que podemos ubicar como estratégicas como son Zulia, Carabobo y Táchira, Las cuales tienen un importante impacto en el desarrollo económico nacional y desde la perspectiva de controlar espacios fronterizos. Estos resultados significan un avance del chavismo con respecto a las elecciones pasadas, recuperando importante terreno que afianzan al PSUV como la primera fuerza política del país. 

Fue este un proceso marcado por un crecimiento de la abstención (47%), demostrando en muchos casos el descontento y el desacuerdo con la imposición de candidatos en los diferentes estados. Fue una campaña marcada a su vez por la exacerbación de lo emocional, lo sentimental, de los elementos subjetivos y un escaso contenido en el del mensaje político, especialmente por parte de la oposición, que trató de dar una imagen “progresista”, asimilando elementos sociales del discurso de Chávez. 

Por su parte, dos de las tres gobernaciones ganadas por la oposición significan plazas muy importantes tanto en lo político, electoral y geográfico, tal es el caso de Miranda y Lara, donde Capriles Radonsky con su triunfo toma un segundo aire político, hace todo lo posible para ratificarse como el líder nacional de la oposición. En este sentido, primero justicia se reafirma como el partido más fuerte de la oposición, y a su vez el que expresa las posiciones más radicales de la derecha, pues cuenta en sus filas con elementos de carácter fascista, los cuales han jugado importante papel en las acciones contra el pueblo venezolano como el golpe de Estado de 2002 y el paro petrolero. 

Nuestro país vive momentos muy importantes, la situación de recaída de la salud del presidente Chávez ha generado una serie de reacciones, que por supuesto, agitan el clima político en nuestro país. 

La posibilidad de la ausencia definitiva del presidente, y de nuevas elecciones, fue puesta en el escenario político por Chávez el día 08 de diciembre, cuando planteó que en caso de su ausencia; Maduro debería ser el candidato y llamaba a apoyarlo en todas las situaciones que se presentaran. Asumiendo la posibilidad de no continuar dirigiendo el gobierno, y dejando entrever su ausencia o inhabilitación, para el nuevo período. 

Esta situación sirvió para que empezaran a plantearse posibles escenarios de conciliación por parte de los sectores reformistas, junto con esto, el impulso de los elementos religiosos, los cuales fueron exacerbados, tratando así de buscar las soluciones en el terreno de lo mítico haciendo a un lado el análisis científico sobre la realidad concreta. 

Las expresiones de carácter religioso y conciliador tomaron el control de la escena política desde los anuncios del presidente hasta primeros días de 2013, pero a medida que se acercaba el 10 de enero, fecha pautada para la juramentación presidencial será más realista la discusión, se centrará en las acciones de cada sector para dar continuidad a la vida política, donde las clases sociales y los diversos grupos de poder lucharán por ascender. 

La derecha se aprovecha de la falta de información científica y precisa sobre la salud del presidente y líder, para crear un ambiente de incertidumbre, para hacer todo tipo de elucubraciones, también idealistas, ya que no existe una base real sobre la cual hacer ningún tipo de conclusión, sólo las informaciones de los voceros del gobierno y los inventos de la derecha, como parte de una gran manipulación, que deja a las mayorías desconcertadas donde está en juego el destino del país, y donde se prevé la conciliación al más alto nivel para garantizar la “gobernabilidad” del país, lo que es buscado por los representantes de la oposición y algunos del gobierno, como forma de garantizar sus privilegios. 

El debate político tiende a agudizarse cada día, como expresión de la incertidumbre que plantea la posibilidad de ausencia de Chávez y la necesidad de definir el momento para juramentarlo. 

Mientras tanto representantes de la burguesía acaparan productos de primera necesidad, elevan el precio del dólar, encarecen los productos y persiguen a dirigentes sindicales y campesinos que reclaman derechos y denuncian irregularidades, la derecha sigue sus acciones de sabotaje contra los sectores populares, como expresión de la lucha de clases, que se desarrolla en el país a pesar de los llamados a la conciliación de sectores que plantean a los burgueses comprensión, respeto y solidaridad. 

Es claro que el pueblo no avanzará con firmeza ni contundencia suficiente en la acción revolucionaria en el país si se continúa fortaleciendo concepciones y elementos míticos, idealistas, y se queda inmovilizado observando las diatribas entre elementos de la pequeña burguesía y la burguesía. Sólo la acción organizada del pueblo guiada por la organización revolucionaria y sustentada por el análisis concreto de la realidad, como lo orienta el materialismo histórico, podrá dar al pueblo elementos realmente útiles para el accionar revolucionario necesario para estos momentos, para superar la crisis política generada por el agravamiento de la salud Chávez y dar salida revolucionaria a la situación de consecuencias profundas. 

Hasta ahora el debate político no se ha centrado en la posibilidad de seguir profundizando el proceso, ni se ha visto la acción popular, por el contrario ha estado dominado por las posiciones que tratan de mantener desmovilizados los sectores populares entre oraciones y ritos, imponer la conciliación, estableciendo las condiciones para el avance de los intereses de la burguesía y pequeña burguesía. Ante este panorama los marxistas leninistas insistimos sobre la necesidad de fortalecer la organización revolucionaria, profundizar la lucha política contra la explotación capitalista y el reformismo, impulsar la unidad revolucionaria para enfrentar con efectividad la predecible arremetida de la derecha nacional e internacional. 

Esta delicada coyuntura impulsa necesariamente el debate sobre la organización revolucionaria y su papel en estas circunstancias, en las que se requiere avanzar, unificar todas las fuerzas posibles para frenar los intentos de la derecha fascista y el imperialismo, dar pasos en la organización de la revolución, superando la dirección pequeño burguesa para ir en dirección de la revolución proletaria, en lo que pudiera ser el inicio de una crisis política que puede trascender a una crisis revolucionaria. 

Ante el escenario político actual y las complejas situaciones que se avecinan es necesario que los marxistas leninistas estemos alerta, que fortalezcamos la organización en el seno de las masas, la educación política revolucionaria para enfrentar las pretensiones de los sectores reaccionarios, reformistas y revisionistas de golpear a los sectores populares. Las posiciones que expresan que no se debe profundizar la lucha revolucionaria, que el socialismo de los nuevos tiempos debe promover la propiedad privada sobre los medios de producción, que no es necesario la destrucción del Estado capitalista, entre otras cosas son parte de esas posiciones que pretenden frenar el avance revolucionario de las masas. 

En este sentido, hacemos un llamado a los sectores revolucionarios a concretar espacios de acción unitaria para enfrentar la arremetida de la derecha en los diferentes sectores de la sociedad venezolana. Los intereses de las mayorías explotadas y oprimidas no pueden ser satisfechos a plenitud y con permanencia en el tiempo en el marco del Estado burgués, por tanto, es esencial en el programa revolucionario destruir tal Estado, crear el Estado revolucionario de los obreros, campesinos y el pueblo en armas, ponernos a la cabeza de la lucha política revolucionaria contra los terratenientes que asesinan a nuestros campesinos, contra los empresarios que arremeten contra la dirigencia obrera que no se arrodilla ante sus pretensiones de venderse por dinero. En definitiva, las calles deben ser tomadas para desplegar la política revolucionaria, dando continuidad a las propuestas más avanzadas de Chávez. Este mensaje debe llegar a todos los rincones de los sectores populares, a cada fábrica, a cada campo, para movilizarnos en pos de la nueva sociedad. 

XVIII pleno del CC. 
Venezuela, enero de 2013.

miércoles, 16 de enero de 2013

¡No a la intervención militar francesa en Malí!

¡No a la «Unión sagrada» de apoyo a esta guerra!

El gobierno francés ha decidido intervenir con sus tropas en Malí. Después de Costa de Marfil y Libia, ahora Malí. Es una decisión que inmiscuye a Francia en la guerra en una de sus antiguas colonias.

Desde que el Norte de Malí. Se encuentra en poder de grupos armados islamistas, esta es la única opción adoptada. Desde el principio François Hollande se ha movilizado para obtener que la ONU diera vía libre a una intervención militar internacional para la que el Estado Mayor y la diplomacia francesa han tomado medidas concretas.

Personajes como Ouattara puesto en la poltrona en Costa de Marfil mediante una intervención militar en la que Francia desempeñó el papel principal; Compaoré, al frente de Burkina, que nunca dejó de servir a los intereses en la región del imperialismo francés independientemente del gobierno instalado en París; y Yayi Boni, el autócrata beninés, sirven de mampara “africana” a esta intervención militar. ¿Quién puede creer que la CDEAO está en condiciones de formar una fuerza militar independiente del ejército francés? LO que está claro es que el conjunto del dispositivo militar francés desplegado en África ha sido movilizado para esta operación.

Para justificar la intervención militar francesa, utilizan el pretexto de luchar contra losa grupos armados islamistas que controlan parte del territorio maliense, que amenazan la integridad de Malí y que imponen el terror en las zonas que controlan. Empero su presencia y la facilidad con la que se han desplegado ponen de manifiesto, profundos problemas sociales, económicos y políticos que los diferentes regímenes que tomaron el poder en Malí no sólo no han resuelto sino que los han agravado con su gobernanza del país. Una solución militar, y menos si es extranjera, no resolverá ninguno de esos problemas sino todo lo contrario.

Algunas fuerzas malienses han denunciado esta situación y rechazado desde el principio una intervención militar extranjera, se han pronunciado sobre el problema de la integridad territorial de Malí para que ésta sea obra del ejército maliense. No han sido tenidas en cuenta.

La operación militar es complicada y necesitará tiempo y movilizar grandes medios.. Las víctimas son, ante todo, poblaciones civiles cogidas entre dos fuegos. El reforzamiento del plan «vigipirate» forma parte de la estrategia de tensión y acondicionamiento para convencer a la población de nuestro país (Francia)de que puede ser víctima de atentados de los que los autores están de uno u otro modo ,ligados a los grupos islamistas que actúan en Malí. Ese plan form a parte de los deseos del gobierno de crear un clima de unidad nacional en momentos en que se aplica una agresiva política de austeridad que golpea a las capas populares.

Detrás de esa maniobra está el control de una zona rica en materias primas estratégicas, concretamente el uranio que explota Areva en el vecino Níger, uranio que también se encuentra el subsuelo maliense.

Por todas estas razones, y porque la guerra de Costa de Marfil, de Afganistán y Libia han demostrado ampliamente que la justificación de lucha contra el terrorismo y por la defensa de la democracia, no es más una gran mentira, manifestamos nuestro total desacuerdo con la intervención militar de Francia en Malí.

Insistimos en la necesidad de acabar con la política conocida como «francafrique», política de dominación económica, de injerencia política y militar. Afirmamos que es el pueblo maliense, sus fuerzas democráticas y patrióticas, las que deben encontrar las vías para una solución política de la crisis de su país.

París, 12 de enero de 2012
Partido Comunista de los Obreros de Francia (PCOF)