miércoles, 25 de abril de 2012

Editorial Acero Revolucionario N° 14, abril de 2012

Órgano interno del comité central PCMLV

   El capitalismo prosigue su camino tortuoso, la crisis se profundiza y las dificultades de las viejas potencias imperialistas (EEUU, Alemania, Francia, Inglaterra) se combinan, en una contradicción dialéctica, con la pujante avanzada de las nuevas potencias imperialistas emergentes (China y Rusia), ratificándose la existencia y agudización de la confrontación inter imperialista por un nuevo reparto del mundo, que no llega al choque violento entre potencias, sino que se libra aún por medio de peones, con manipulación de la información, tecnología avanzada, tratando de exponer lo menos posible sus propios soldados. 

   En este complicado ajedrez los peones son los trabajadores, campesinos, hombres y mujeres, jóvenes y niños, que se juegan la vida manipulados a favor de una u otra potencia opresora, aunque la mayoría de las veces son víctimas de “daños colaterales”, efecto de lo cual mueren en todo el mundo grandes cantidades de personas para satisfacción de las apetencias de los imperialistas y sus lacayos. En este escenario de agresiones imperialistas cada vez más descaradas, la verdadera posición revolucionaria está en la lucha contra el capitalismo, el imperialismo y la explotación, la resistencia ante el invasor, la organización del proletariado y los revolucionarios, el apoyo a los pueblos que luchan para romper con la explotación capitalista. 

   Desde el surgimiento del marxismo se va afianzando como teoría científica del proletariado, sosteniendo la necesidad de una política independiente de la clase obrera, independiente en relación a la burguesía y a la pequeña burguesía, que se expresa en un programa, una línea política y un partido: el Partido Comunista Marxista Leninista, Organización de vanguardia que deslinda campo con los explotadores y sus lacayos, que avanza en la organización y educación de los explotados para luchar por la liberación nacional, el socialismo y el comunismo. 

   Los aportes de Lenin y Stalin han enriquecido las propuestas de Marx y Engels, en relación a las condiciones del capitalismo monopolista, dando origen al marxismo leninismo, que se consolida en contraposición al reformismo, a las interpretaciones revisionistas de los renegados de la II internacional, dejando una teoría que se enriquece con la lucha de los pueblos; contra el capitalismo, el imperialismo, el fascismo y cualquiera de las formas que revisten las ideas reaccionarias de la burguesía. 

   Cada día, en los países imperialistas o en los dependientes, se hace más necesario el fortalecimiento de una vanguardia que represente los intereses de la clase obrera y el campesinado, que deslinde con las tendencia reformistas, sin desconocer la necesidad de una política de acuerdos, alianzas y unidad con los diversos actores de la política revolucionaria en función del logro del objetivo estratégico del proletariado. 

   Lenin ha planteado que muchas organizaciones, incluso burguesas, reconocen y asumen la lucha de clases pero sólo son verdaderamente marxistas aquellas que asumen la dictadura del proletariado como periodo de transición necesario para que los explotados y los oprimidos tomen el poder y construir la sociedad socialista. 

   En el caso de Venezuela consideramos que instaurar la dictadura democrática del proletariado es una necesidad para: 1) someter a la burguesía, que de forma permanente y criminal estará atentando contra el pueblo, 2) para acabar con la impunidad de los que tienen dinero (adquirido por el robo a los trabajadores y/o al Estado), 3) Implantar el control obrero de la producción y la planificación nacional centralizada, acabando con la especulación 4)Frenar la impunidad de los cuerpos policiales, militares y paramilitares que oprimen al pueblo por medio del cobro de vacuna en alcabalas peajes y puestos policiales, 5) acabar con la impunidad del hampa común que es instrumento de mafias, 6) sustituir el poder armado del Estado burgués por el poder armado del proletariado, los campesinos y el pueblo, sometiendo a los que hoy oprimen por medio de la riqueza y la violencia, 7) En resumen, acabar con el Estado burgués e instaurar el Estado de los trabajadores y el pueblo, Estado de los consejos (soviet en ruso), de la Comuna, que en Marzo de 1871, en París, dio el primer ejemplo de cómo se construye la nueva sociedad y de los cuales hemos aprendido.

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